martes, 17 de enero de 2017

Demasiadas veces me avergüenzo de ser humano...

CUENTOS DEL ALMA

José María Pérez Gómez

   Matar a un animal no es tan fácil, sin embargo, la sociedad es hipócrita porque defiende el humanismo como cosa máxima que entre otras cosas promueve el bienestar de todos los seres del planeta, pero por otro lado los lleva, sin mayores contemplaciones al corredor de la muerte. 

   Soy parte de esta sociedad con sus fallos y aciertos, pero a veces, muchas veces, demasiadas, me avergüenzo de ser humano porque no necesito preguntar lo que realmente quiere la sociedad, ya que yo mismo formo parte y pienso unas cosas muy raras que me atacan en lo más profundo de mi ser… 

   “- ¿Qué prefieren jamón ibérico de siete “j” o lentejas?”

   Si habéis elegido jamón, es porque además de estar bueno, la mayoría no va a tener que clavar el cuchillo, ni escuchar los gemidos del inocente cerdo. Hacer que un buen plato de lentejas guste más que el jamón puede ser complicado y eso que el libro de los gustos está abierto. A mí me gusta más el jamón pero no dejo de pensar en el pobre cerdo y nunca lo hubiera comido si no es porque vivo en sociedad. Me siento cómplice, culpable, pero nunca clavaría un cuchillo y siempre que haya un plato de lentejas no matéis un cochino por mi parte.

   “- ¿Qué prefiere usted: matemáticas o educación física?” 

   Así, poco a poco, con estas inocentes elecciones nos vamos formando y al final resulta que nos quedamos con lo más fácil, porque la sociedad es fácil por naturaleza. Es así como es que en una sociedad que se cree madura, lo infantil, lo fácil tiene más cabida, y por ello los miembros más “inteligentes” son marginados…

   Si escogiste lentejas y también matemáticas eres un apestado. Lo mismo pasa con los programas de televisión que vemos, y por eso un servidor se siente como una mancha de aceite que no se mezcla con el agua: 

   Las estadísticas no salen conmigo porque suelo ver los informativos, aunque nunca me gustan y me aterran algunas noticias, más que una película de terror y a veces me cabreo con la forma de manipulación que varía de una cadena a otra, pero al final soy yo mismo el que intento valorar la calidad de la noticia sin necesidad de “interpretes”. También veo programas culturales y muchos documentales… Los programas que se salgan de esto me parecen basura, con algunas excepciones. Y es que una persona atípica como yo sigue creyendo en los principios de TELEVISIÓN que en origen son: Formar, informar y entretener. 

   La cultura las masas se iguala por las cotas bajas, porque las personas de poca formación son las más vulnerables a la hora de ver la televisión. La vida de aquellos que se salen de lo normal es muy difícil, porque tienen que respetar la ignorancia de esa mayoría, si no, qué clase de democracia sería.

   Puede ser que esto que escribo sea mi frustración, puede que esté loco y no lo sepa, a veces me veo como un apestado… marginado, y mi forma de defenderme es no decir siempre los que pienso, no pierdo el tiempo ni le llevo la contraria a ningún ignorante, respeto al cafre e intento ser amable, si en el mundo después de todo hemos tenido gobernantes como Calígula, Nerón, Fernando VII, Juan Carlos I y ahora Donal Trump y no ha pasado nada… o sí.

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