lunes, 30 de enero de 2017

La maldición de Juan Carlos

Billete de 10.000 pesetas con la imagen de Juan Carlos de Borbón
José María Pérez Gómez

   El 29 de marzo de 1956… en Estoril, su hermano pequeño de 15 años, murió de un tiro en la cara que le entró por la nariz, se dice que fue un accidente, que la pistola la disparó sin querer el propio Juan Carlos y que su padre le pidió que le jurase que no lo había hecho queriendo.

   Juan Carlos era mayor que Alfonso, iba a reinar seguro, según los designios de Francisco Franco, dictador de España, pero no contaba con la oposición de don Juan (padre) y de la posible abdicación, si se lo saltaban en la línea de sucesión, pero en Alfonso, el difunto hermano pequeño de Juan Carlos.

   El 14 de septiembre de 1977 una actriz, Sandra Mozarowsky de apenas 18 años de edad, cae desde un balcón y muere, una muerte no esclarecida aún. La baranda del balcón era alta, Sandra estaba en pleno éxito y era guapa, estaba embarazada, nunca se supo de quien y cuando empezaron a investigar, alguien con poder impidió el rastreo. También su mejor amiga, Inma de Santis murió en extraño accidente de tráfico, al intentar esquivar a un zorro en Marruecos. En esta página http://consuelogdelcid.blogia.com/2012/010401-jaque-al-rey-sandra-mozarowsky.php  aseguran que dentro de su barriga llevaba un heredero bastardo.

   El 23 de febrero de 1983 unos militares irrumpen en el congreso pretendiendo dar un golpe de Estado. El general Sabino dejó en sus memorias, publicadas después de su muerte, el supuesto papel que jugó el monarca en este golpe, en ellas afirmaba que el rey sabía que se iba a producir.

   El 7 de febrero de 1984, la hemeroteca del diario El País recoge un accidente de tráfico donde Alfonso de Borbón Dampierre, duque de Cádiz choca frontalmente contra un camión en Pamplona, casi se mata, iba acompañado de sus dos hijos y la institutriz de éstos, todos fueron hospitalizados y pocos días después su hijo mayor, Francisco de Asís murió en el hospital. Venían de practicar esquí en la estación de Astún.

   El 30 de enero de 1989 en los campeonatos del mundo de esquí (Beaver Creek, Colorado) El duque de Cádiz muere degollado en un extraño accidente, chocó mientras hacía un descenso contra un cable que estaba a la altura de su cuello.

Alfonso de Borbón Dampierre nunca renunció al trono de España y también reclamaba el de Francia y Navarra.

El 21 de enero de 2005 el diario ABC publica:

   “Alfonso de Borbón Medina, pariente lejano del Rey Juan Carlos, ha fallecido en el hospital madrileño de la Paz, donde ingresó ayer tras sufrir un accidente de tráfico.
La víctima, de 41 años de edad, viajaba solo en un vehículo, un Renault Megane, por la A-1 (carretera de Burgos) cuando, por causas desconocidas, el turismo se salió de la vía por el margen derecho.” El fallecido era hijo de los duques de Santa Elena y sobrino en segundo grado del rey.

   El 2 de junio de 2014, abdica a favor de su hijo Felipe, tras haberse roto la cadera en una cacería de elefantes. Fue un escándalo en la que por primera vez pidió perdón a los españoles y decía que no volvería a suceder. Los medios de comunicación sacaron a la luz que se había ido a un caro safari con una amiga, dejando a un lado a la reina Sofía. Saltaron las especulaciones y los medios dejaron de respetar su vida privada, ahora se habla abiertamente de las supuestas amantes que ha tenido durante sus casi cuarenta años de reinado y del dinero que nos ha costado. Se le relaciona con más de 1.500 mujeres y de una de ellas, María García García, (Barbara Rey para los amigos) se dice que le chantajeaba y que le ha llegado a sacar más de tres millones de euros, que se han pagado de los fondos del CNI.

   Según la Constitución Española, si el rey cometiera un acto ilegal, no podría ser sometido a juicio por ello.

   Escribir estas líneas es difícil porque somos patriotas, creemos en la unidad de España y damos lo que haga falta por nuestros vecinos. Nuestro padre cesaba su actividad cada 24 de diciembre y nos mandaba callar porque quería escuchar el mensaje del rey, nos ha criado poniendo como ejemplo a la familia real. Él decía que no era monárquico, si no “Juancarlista”…, pero nuestra tía Concepción Gómez Vázquez, que siempre está conspirando y con la que no se llevaba bien, ya nos informaba en los años ochenta de los devaneos amorosos del monarca por la Barcelona de entonces, pero no la creíamos y ahora, no sabemos cómo puñetas ella nos hablaba de lo que hoy se habla en los medios, de lo de Bárbara Rey casi en directo y con pelos y señales, vamos…

  Cuando en abril  del año 1976 aparecieron sus majestades por Arcos, se les hizo un gran recibimiento e inauguraron el Ayuntamiento, todo parecía de película, recuerdo a los reyes en aquel descapotable, la reina iba guapísima, una pena que todo fuera una fantasía.

   Entonces llegados a las Puertas de Santa María, no estaba previsto que entraran en la entonces parroquia, pero don Juan Candil y los amigotes se habían situado en las puertas del templo y con un palio esperando a los reyes. Yo todavía tenía cinco años, pues los cumplo en agosto, recuerdo que entraron en Santa María, rompiendo el protocolo, mi padre llevaba uno de aquellos barales y me quedé con mis dos hermanos y la chacha, en las puertas, esperando la salida, nuestra madre estaba cerca pero no la veía y ocurrió que al salir sus majestades, la reina se acercó a besar a un niño que no paraba de mirarla y que parecía muy majo…, ese niño era yo, pero me asusté porque las amigas de mi madre cuando me cogían me achuchaban y me estrujaban, allí estaba todo el mundo mirándonos y hasta estaban las cámaras del NODO, la reina se agachó y aquel niñito lindo le levantó la mano y le hizo la cobra… Cuando mis padres se enteraron me regañaron y aquellas imágenes ni siquiera aparecieron en el NODO.

   Mi padre cuando me recordaba esto me decía:

   “- El arbolito… en desde chiquetito”

   … Y se reía.


   Si llego a saber lo sola que estaba ya la reina, igual le hubiera dado aquel beso, es algo que ya no puedo reparar. Me pregunto si mi padre se fue al otro mundo engañado o si estaba desilusionado y nunca nos lo quiso decir.

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