jueves, 2 de febrero de 2017

¿Se puede comparar a Donal Trump con Calígula, Hitler y Puigdemont... o quizás sea peor?

José María Pérez Gómez

   Es una amenaza para la Unión Europea, otra para la OTAN, reprobado por la Inglaterra de la ruptura y le ha colgado el teléfono al presidente de Australia 

   No quiere musulmanes en su país, tampoco latinos, le caen mal los negros y los que no sean como él, además quiere levantar un muro entre Estados Unidos y México a costa de los segundos…

   Donal Trump es el presidente más disparatado y caprichoso de los Estados Unidos, no recordamos a un emperador así desde los tiempos de Calígula, en la antigua Roma y ya sabéis cómo acabó el romano.

   Es una amenaza para su propio país, nada que temer, en el fondo nos da vergüenza ajena y pena, pena por aquellos que lo han votado creyendo en una Gran América, pues América no son sólo los Estados Unidos. Seguramente los independentistas catalanes no se ven en este espejo, aunque a ellos les pasa igual, no serían nada sin los extremeños, ni los andaluces, a los que creen inferiores, quieren levantar también barreras, fronteras o muros.

   Pero en el fondo hay una cosa que les agradezco a estas buenas gentes como Trump. Ellos, al igual que él no se darán cuenta nunca, pero el mundo hoy está más unido, todo está en su contra y lo que ellos querían hacer más grande hoy es más pequeño, están aislados. 

  Hablemos del américano: ha sembrado tanto odio en tan poco tiempo que ya no podrá salir tranquilo, donde quiera que vaya habrá tumultos, a México ya no podrá ir, si viaja a Inglaterra provocará los disturbios más grandes que jamás se hayan visto en ese país; por supuesto no creo que se le ocurra visitar Siria, Egipto, Pakistán, Turquía… Sólo le queda la fría Rusia. 

   Y del catalán, nada más digo que venga a los carnavales de Cádiz, a la feria de Jerez o a la de Sevilla...

   Cuando era un niño, aquí se decía: 

   “- Eres más malo que Hitler.”

   El alemán éste sería tan malo, que había viejos que decían que si ellos hubieran podido dar su vida por asesinar a Hitler, lo habrían hecho. Si alguien puede decir que el presidente de USA es bueno, es precisamente la prensa, pero él le ha declarado la guerra.

   Sé lo que es que te intenten vetar, es cómo si asesinasen al producto que tu representas y te sientes tan mal que te vuelves un rebelde y cuando puedes, la fuerza de tu voz es más escuchada y buscada que la de cualquier tirano.

   Desde Rota, desde Morón o cualquier punto del mundo donde Estados Unidos tenga una base, según parezca, representará una amenaza, pero nunca más lejos de la realidad, de estos puntos salen los mejores luchadores de un imperio, la guardia pretoriana también, esa que debe estar cerca protegiendo al presidente, pero que sin querer algunos de ellos lleva el veneno de haber convivido con nosotros, de haber leído renglones parecidos a estos o incluso peores. Tratémosles bien porque hoy la guerra no va con nosotros, son precisamente éstos soldados americanos a los que Donal, asumiendo el papel del tío Sam, puede dejar tirados. Los pobres no saben qué hacer, pues en este caso, para atacar a alguien, primero tienen que defenderse y están lejos de su casa. Ejemplo lo tenemos aquí mismo con Julio Cesar, fue en nuestra tierra, donde empezó a ganar batallas y luego marchó contra Roma, poniendo en práctica lo que aquí había aprendido.

  Estimados Yanquis, los españoles, demás europeos, árabes, negros, mexicanos y resto de los hermanos latinos no somos el enemigo, él enemigo lo tenéis dentro. No se puede ir por ahí haciendo enemigos sin tener un motivo.

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