miércoles, 26 de abril de 2017

Una rotura de tibia y peroné, un montón de caídas sin importancia, más varios accidentes de tráfico, no han sido suficientes para convencer...

A pesar de los múltiples esfuerzos por parte de los operarios del ayuntamiento (casi tres semanas después), las calles arcenses siguen impregnadas de cera y provocando accidentes.

Desde esta publicación ya advertíamos de los riesgos, pues un buen año aumenta la cantidad de cera en el pavimento, algo que se podía haber evitado con simples medidas, como el uso de tulipas o farolillos.

Desesperadamente el consistorio arcense optó por verter arena, para evitar resbalones, pero fue insuficiente. 

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