sábado, 29 de abril de 2017

Manifestación 1 de mayo en Arcos de la Frontera

No nos vamos, nos echan. Por un trabajo digno en Arcos. Bajo este lema por tercer año consecutivo la Asociación de Desempleados Arcenses Rafael Pérez del Álamo sale a la calle a reivindicar este Primero de Mayo. 

En esta ocasión para recordar muy especialmente a todos los ciudadanos de nuestro pueblo que en un éxodo sin fin se marchan a otros lugares en busca de trabajo, expulsados de su tierra, igual que hace cuarenta años, ya que aquí brilla por su ausencia cualquier tipo de labor profesional. Es triste observar como después de tres años de movilizaciones nuestras demandas no han cambiado, porque no se ha dado ninguna solución a la realidad de los trabajadores. 

Por el contrario se siguen produciendo y es más, ya se amontonan los problemas relacionados con el empleo en nuestra localidad. Arcos, hoy por hoy, sigue siendo una de las capitales del paro en España con más de un 50% de desempleo. Es un porcentaje insoportable que empuja a nuestro pueblo al abismo, a un camino sin retorno, a un no futuro. Estas cifras anulan la tan cacareada salida de la crisis que nos vende el telediario y no es ni mucho menos un signo para ser optimista. Algunos representantes del consistorio se auto felicitaban de que el paro hubiese bajado en los primeros meses del año, olvidando con total descaro que esa bajada es debida al número de arcenses que se han marchado a otro sitio en busca de trabajo.

Una pregunta recoge toda nuestra preocupación e indignación ¿A qué quedará abocado Arcos? A una tierra miserable en la que se reparten prebendas cada vez más estrechas, a la marginalidad del sistema y a su fatal consecuencia: el embrutecimiento y la ignorancia de sus gentes. No queremos que esto sea así, nos negamos a seguir la inercia que nos lleva a un panorama desolador. Y es que la solución no va a estar en un partido o en otro, la solución va a estar en nosotros, en la organización y creación de cooperativas de autoempleo a través de las cuáles sean los propios trabajadores quienes gestionen su empleo; sustituyendo la nefasta competencia por la solidaridad. 

En todos estos años políticos de uno y otro signo han demostrado que lo que entienden por política de empleo es el enchufismo y la obra faraónica de dudosos resultados para la mayoría y grandes beneficios para unos pocos (térmicas, campo de golf…). Creemos que es hora de dar el golpe en la mesa, de llamar a la movilización, de dejar el miedo a no señalarse porque pierdo mi migaja. Solo entonces podremos hacer un Arcos próspero y rico. Solo entonces podremos que los nuestros, ahora tan lejos, en Mallorca, en Ibiza, en el Reino Unido, en Alemania, en Noruega… vuelvan.

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