jueves, 31 de enero de 2019

A esos amables taxistas locos... que bloquean las calles

 

José María Pérez Gómez

   No soy taxista, no he pagado licencia a ninguna mafia administrativa y por eso no sé, no comprendo como una licencia para prestar un servicio público que en principio cuesta sólo unos pocos euros, (40 creo) puede llegarse a subastar por más de 100.000 sin que el gobierno, auténtico propietario del servicio diga ni "mú", a no ser que forme parte de la mafia.

    Si es un servicio público la licencia debería de ser siempre propiedad del estado y nadie debería jugar con ello, con su precio. Una moneda, no cambia a su antojo, aunque pueda devaluarse... una moneda de 1 €, siempre será una moneda de 1 €. Por otro lado no comprendo a los que callan.

    Primero atizaron a los autónomos, luego engañaron a los agricultores, ahora van a por los taxistas... y no dije nada porque no era autónomo, ni agricultor y tampoco taxista... ¿Os suena de algo esto? Os refrescaré la memoria porque cosa parecida decía, Martin Niemöller, escribiendo en su momento, sin ningún tipo de complejos, ni titubeo este valiente poema:

"Primero vinieron por los socialistas, y yo no dije nada,
porque yo no era socialista.
Luego vinieron por los sindicalistas, y yo no dije nada,
porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los judíos, y yo no dije nada,
porque yo no era judío.
Luego vinieron por mí, y no quedó nadie para hablar por mí." 


    Como no tengo taberna, abro mi casa y contrato un catering, ahorrándome la licencia que tendría que pagar por un restaurante y pongo también copas, además por si fuera poco hago una peña cultural y pido subvenciones... ¿Qué os parece? Pues eso, por eso estoy con los taxistas, porque veo que los han engañado, pagando una licencia carísima, riéndose de ellos en su cara, pues los han tomados por "tontos", tontos de verdad que podrían reconvertirse y hacerse todos conductores de VTC, pero no, luchan porque han sido timados y todos lo sabemos. Por eso no contéis con mi silencio, por eso apoyo al TAXI.

    Es verdad que el sol sale para todo el mundo, también para los conductores de VTC que son tomados como moneda de cambio, rehenes de la tasa de desempleo, ellos son los nuevos esclavos del siglo XXI, pan para hoy y hambre para mañana, porque cuando las normas de buena conducta se las salta todo el mundo es porque están desfasadas. Por eso las instituciones se pasan la patata unos a otros, sin que verdaderamente tengan interés en aportar soluciones, porque los legisladores también son consumidores y la competencia desleal les importa poco si con ello se ahorran unos cuartos, es más, puede que sean los primeros interesados en fomentar esta guerra, pues de lo contrario no hubieran permitido una chapuza. No cumplen, ni hacen cumplir lo que dicen defender, no tienen palabra, ni sentido del deber.

      No sé, igual estoy equivocado, pero esta guerra del taxi me ha hecho decir lo que pienso. ¿Qué no haría yo si estuviese en su lugar? Ánimo, no os rindáis, en el fondo os apoyan muchas más personas de lo que pensáis.

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