En el número 892 de El Brillante de Villamartín, correspondiente al día 18 de marzo, nos encontramos con este sorprendente artículo publicado por la editorial, que nos envían para que también lo reflejemos en PÍA, lo cual hacemos como muestra de nuestra imparcialidad y a la espera de recibir la otra versión.
El juzgado de lo Social da una bofetada al PA
Hemos conocido esta semana algo que ya esperábamos. El Juzgado de lo Social ha estimado improcedente el despido de tres trabajadores que fueron contratados por el anterior gobierno Socialista. Se trata de tres personas que llevaban trabajando mucho tiempo en el Ayuntamiento a los que el PA, en cuanto entró, despidió sin más, sin motivo; por lo que han recurrido el despido y el juez les ha dado la razón y condenado al Ayuntamiento a pagar más de 40.000 €, eso que nos cuesta a todos la política de acoso y derribo del PA.
Se da la vergonzosa circunstancia de que uno de los despedidos, electricista, lo echaron a la calle para contratar a otro electricista, pero de su partido, siendo más sangrante aún que el electricista “andalucista” dejó un trabajo para venirse al Ayuntamiento.
Nos parece vergonzoso que el PA se dedique a echar gente a la calle para meter a los suyos y que esa actitud despótica y nepotista nos esté costando cuantiosas indemnizaciones que tengamos que pagar todos los ciudadanos. Cuando los Socialistas llegamos al equipo de gobierno en 2003 nos encontramos todo un ayuntamiento lleno de afiliados andalucistas. A los que se les acabó el contrato simplemente no se les renovó. Pero a los que tenían contrato indefinido los tuvimos que asumir por dos motivos: respetar las decisiones de anteriores gobernantes y que no estuvieran los trabajadores al pairo del que entrara y salvaguardar la estabilidad en el empleo; dejar a una persona en la calle cuando llevaba ocho años trabajando nos parecía una falta de humanidad como partido socialista.
Pero el PA no ha tenido ningún escrúpulo con los trabajadores, trabajadores que además entraron por sus propios méritos y cuya función sigue siendo muy necesaria en el Ayuntamiento. Y esa falta de escrúpulos la ha venido a subrayar el Juez de lo Social, al calificar el despido como improcedente. Ahora la sentencia le da la opción al equipo de gobierno actual a optar entre la indemnización y la readmisión. Esperamos por el bien de las familias de esos trabajadores que el PA opte por readmitirlos en el Ayuntamiento. Todavía tienen la oportunidad de demostrar que les queda algo de humanidad. Aunque eso es mucho suponer.
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