lunes, 27 de mayo de 2013

Soñaba la Velada con ser Feria…

El domingo no tuvo el público de otros años, ni el que se hubiese esperado
José María Pérez Gómez
Arcos de la Frontera

Recuerdo el estribillo de aquella copla de carnaval de los años 20 que junto a Juan Luis, “el de la luz”, nos cantaba mi Padre:
“- La gente del Barrio Bajo no tienen ni pa´ comía y es que por allí no pasan ni los de la fiscalía…
…Era un barrio abandonao Jesús me cago en die´ que tiene er puente corgante ma´ grande que en España puede habeeeer…”
                Después el Barrio Bajo señoreó y se puso como una pequeña ciudad dentro de la ciudad, con las mejores cafeterías de Arcos, con vecinos ilustres como los Cuevas y una velada convertida en feria: La Velada de María Auxiliadora. Esta Velada cogió mucho auge porque era la Feria del Barrio Bajo, una feria de Pueblo a la que acudía todo Arcos y la gente inundaba las calles, se instalaron más y más casetas, ya venía toda la comarca y parte del extranjero que se dejaban mucho dinero, había hasta para tirar cohetes, que un año, creo que el ‘91, tuvieron que intervenir los bomberos porque salió un pasto ardiendo.
             

María Auxiliadora en Cuesta de Belén
  
El domingo, María Auxiliadora salió en procesión por el Recinto Monumental, que de pie, en lo alto de su trono, reinaba en los corazones de los que la miraban o en los hombres de buena voluntad, la miré y como si me hubiera invitado decidí ir a su Fiesta, al Barrio Bajo…

                ¿Dónde está la FIESTA, me la han cambiao? Y me acordé de aquella vieja copla:
                “- La gente del Barrio Bajo…”
                En la caseta municipal había sitio para correr en un caballo, estaba la mar de tranquila, por el Real podías saludar a todo el mundo, pero a todos, a todos… La única caseta de “movida” estaba llena de adolescentes, eso sí los cacharritos funcionaban, que pena de no volver a ser niño.
                Ya me iba cuando por detrás me agarran por el hombro y era una vieja amiga, salimos del recinto y en la calle Pérez Galdós tomamos unas cervezas, eso fuera de la Feria, la más “divertida” de todos los tiempos. Marché temprano pues por la mañana tenía que trabajar y vi que hasta la policía estaba muy entretenida…, cinco coches entre locales y civiles, en medio de una calle, pero en ese momento no tenían parado a nadie, porque no los había.
                Visto así, quién puede decir que la Feria no ha vuelto a sus orígenes, a ser lo que en su día fue: una Velada.


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