jueves, 3 de mayo de 2018

¿Cómo un experto en preguntas y repreguntas, buscando la verdad, puede temer a las preguntas de la prensa?

José María Pérez Gómez

¿Qué virtud tiene hablar sólo en autos y sentencias? 

   Qué cómodo debe resultar eso de no hablar con la prensa, porque ya hablas dictaminando fallos, resoluciones…, no dar explicaciones y ser apoyado por tus compañeros, todos profesionales de la Justicia… unos expertos incuestionables. 

   El Pueblo, la chusma no sabemos de leyes y por eso cuando creemos que alguien viola nuestros derechos, acudimos a los jueces, porque son todo un ejemplo de virtud y deberían predicar con hechos. Si un juez dice que en unos hechos probados no hay violación, es porque él, así lo aprecia o piensa, pudiendo ser que lo sepa por propia experiencia. 

   Ricardo González, el magistrado más controvertido de éste año, al que pagamos su sueldo todos para impartir justicia, no quería explicar a los periodistas su postura en su sentencia y decía en inglés: “- No coment…” 

   Su sentencia parece una verdad a medias y sólo nos causa intriga. Sí, estoy intrigado ¿Por qué favorece a los verdugos y no a la víctima? ¿Por qué se preocupa cuando la gente se moviliza pidiendo explicaciones? ¿Es que el pueblo no tiene derecho a aprender de su sabiduría? 

   No se preocupe yo conozco algo de justicia, mi propio hermano, enfermo mental, por mucho menos fue acusado por su entonces novia de hechos execrables, estuvo un tiempo fuera de sí, creo que por culpa de alguna droga y cometió alguna que otra burrada que no puedo defender, algo que merecía un castigo ejemplar, pero en realidad, por lo que fue condenado a casi veinte años, fue por escribirle desde la cárcel a la jueza que lo juzgaba y en sus escritos, lo más bonito que le decía, era más o menos que: - Le deseaba que se le secara el “coño”… 
 
   A mí, me escriben eso y a lo mejor primero me cabreo, luego me río y después comprendo que el mismo escrito en sí, encierra un drama psiquiátrico, esa persona no te está insultando, ni amenazando, se trata de un pobre diablo que te está pidiendo a gritos ayuda. Un "experto" debería saberlo.

  Podéis imaginaros el disgustazo que sufrimos en nuestra familia, nuestro hermano pequeño, la esperanza de nuestros padres, el niño guapo, inteligente, listo y culto… estaba y sigue estando como un “cencerro”, loco o mejor dicho, con algún tipo de esquizofrenia, sin embargo aquella jueza lo metió en la cárcel y fue aplaudida… Mientras miradas curiosas y ajenas nos veían con odio a toda la familia (porque los jueces no se equivocan), y fuimos insultados impunemente, e incluso una panda de niñatos me quisieron pegar a mí, en Semana Santa, que no ocurrió por culpa de la policía, gracias a Emilio Santa María, que los escuchó y paró en el ejercicio de sus funciones, cuando yo casi sin enterarme realizaba una foto un Domingo de Ramos, justo a unos metros de casa. 

   Volviendo al tema… Según se ha filtrado en la prensa, el díscolo juez, fue multado y reprendido por no entregar las sentencias a tiempo y también se dice que padecía o padece una depresión, pero aun así, ha seguido imponiendo sentencias, posiblemente a sabiendas de sus compañeros, que han hecho una piña en torno a él, convirtiéndose en miembros de otra manada, a los que hoy da públicamente las gracias por los apoyos. 

   ¿Sabes ya la diferencia que hay entre un abuso y una violación? Si fuera tu hija: ¿Hubieras puesto la misma sentencia? 


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