sábado, 21 de abril de 2018

La memoria latente de uno de los guerrilleros arcenses más notables y olvidados: El marqués de Veas


José María Pérez Gómez

Hoy recordamos a uno de nuestros arcenses más destacados:
Don ANTONIO DE LA ZARZA REAL GARCÍA VEAS Y LEÓN DOMÍNGUEZ DE SEGURA (Arcos 1783-Madrid 1849)

   El marqués de Veas es uno de los guerrilleros más brillantes que ha tenido España, aunque para una inmensa mayoría pasa desapercibido o desconocido, y eso que es sin lugar a dudas, el artífice y estratega de la Batalla de Bailén, obligando al general Castaños a ganar una contienda que en principio tenía perdida. Castaños creía que iba a morir en aquel glorioso campo, estaba dispuesto a hacerlo con honores, pero no contaba con que en su camino se iría a cruzar éste "loco" que había reclutado a los únicos que podían derrotar al ejército de Napoleón: Los caballeros garrochistas de nuestra comarca.

   Sus hechos de armas fueron fundamentales para la victoria de los españoles, sin embargo es el gran olvidado y eso que fue auditor general del Ejército español y plaza de Ceuta, Clavero Mayor de la Orden de Montesa, Maestrante de Ronda, Cruz 1ª clase de la Real y Militar Orden de San Fernando.

   Fue capturado y hecho prisionero en noviembre de 1809 en Medina Sidonia, pero consiguió fugarse y se presentó en la Isla de León para ascender a Teniente Coronel. Le destinaron al regimiento de Tiradores de Cádiz y desde diciembre de 1810 desempeñará el cargo de Subinspector de la Guerrilla. 

   Don Antonio se movía en su tierra como el agua y hay numerosos datos de sus batallas... Un 4 de febrero de 1811 se presentó en Algeciras con diecisiete prisioneros capturados en los pinares de Chiclana. También liberó a Utrera con ciento once guerrilleros de su partida, degollando a cuatro franceses, poniendo en fuga al comandante (vestido de paisano) y resto de los enemigos.

   También hemos podido saber que en nuestra comarca atacó a los napoleónicos en Montellano, Puerto Serrano, Tempul, Paterna, en las campiñas de Arcos y Jerez..., donde además interceptaba no pocos correos del enemigo y se anticipaba así a sus maniobras.

   En 1813 se adentraría en Francia hostigando a los franceses en su propia tierra. En 1815 fue nombrado Auditor de Guerra del Ejército, obteniendo numerosos reconocimientos y honores.

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