martes, 11 de marzo de 2014

Adiós Don Carnal, hasta el año que viene

Las Hermanas Barba, que fueron premiadas el Día de Andalucía
José María Pérez Gómez
Arcos de la Frontera

       En las calles había mucha alegría aunque muchos ignoraban que estaban de entierro, que aquí tierra adentro no se nos muere una sardina porque no la tenemos, se nos han muerto los barbos del Guadalete y un carnero... 

         Se terminó la fiesta, Don Carnal se fue con la cabalgata, entre olores infernales y dejando las calles apestando a podrido. 

         Los buitres estaban pintados con plumas de colores, bebiendo la sangre del demonio en un aquelarre de alcohol: con whisky y ron, mezclados con otras bebidas infernales llenaban sus buches, haciendo un ruido atronador. Atrás quedaba la sátira, la crítica y el: "- Que bonito, que bonito..." de nuestras agrupaciones de Carnaval. Una serpiente de color inundaba la vía pública y la multitud estrangulaba tus movimientos, a veces asfixiaba, más de veinte minutos en cruzar una calle estrecha, el suelo no se veía y si no fuera porque podías orientarte mirando las fachadas, tendríamos que utilizar un navegador o las antiguas brújulas... Estrujado como un papel y manoseado como una prostituta salvé la calle infernal y siguiendo un río de orines conseguí llegar a mi casa.

          Anoche lágrimas de cera caían sobre el empedrado y un Señor de largos cabellos con tupida barba, Alma Divina y Cuerpo de madera se paseó desde la Basílica de Santa María hasta la iglesia de San Juan de Dios. Casi sin darnos cuenta, ha llegado Doña Cuaresma, una señora elegante, vestida de negro,  muy enlutada, no lo digo yo, sino los vía crucis que ya han comenzado. La Sangre de Cristo limpiará estas calles y la cal devolverá la Luz de nuevo. En la mañana del domingo todavía se podían ver almas en pena deambulando, sin rumbo y disfrazadas de lo que pretendieron ser..., ahora otra Luz llenará nuestras calles, cambiará el color y si me apuráis el mensaje, pero el Pueblo seguirá siendo el de siempre, que en Arcos por una fiesta nos apuntamos hasta a un bombardeo. Faltan tan sólo unos días para la primavera..., escucharemos otros cantes: La Saeta que aunque lastimera, es una crítica contra la injusticia, contra Pilatos, Judas, Caifás y todos los demás gobernantes de aquel tiempo.

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