lunes, 11 de mayo de 2015

Los extraterrestres escuchan las campanas de la Basílica de Santa María y el obispado le da un ultimátum a Dolores, la campanera para que se marche de su casa...

José María Pérez Gómez
Arcos de la Frontera

Círculo mágico de Santa María
Dolores Duarte 
 Campanera de Santa María
El círculo mágico tiene una partitura especial, dicen que de sus medidas se obtiene una melodía matemática y que esta al sonar llama a los ángeles celestiales que están en la constelación de Orión, de ahí su orientación. 

No sabemos cómo Dolores la campanera ha llegado a tocar esta partitura, lo cierto es que hace unas noches un chaval nos avisó que por San Pedro había visto un ovni del tamaño de un coche y que se dirigía hacia Santa María. Lo vio desde su azotea, no hacía apenas ruido y bajó para avisar a su novia, pero cuando volvió el extraño objeto desapareció… Francisco que así se llama el chaval asegura que no se trata de ningún dron y que él sabe muy bien lo que vio, afirmando que se impresionó.

Esto que pudiera haber parecido una broma, no es menos cierto que la campanera ha recibido hoy una carta del obispado exhortándole a dejar su casa en 30 días, acabando con siglos de tradición familiar.

Dolores sufre acoso y derribo, un matón en su día le quitó las llaves de donde tendía la ropa y otras dependencias argumentando que por órdenes superiores, también llegó a presionarla para que en las redes sociales dejáramos de publicar cosas como éstas que estáis leyendo. Para conseguirlo, según nos afirma Dolores, llegó incluso a decirle que era una bruja y que sabía que había hecho rituales satánicos en el campanario y que iba a publicarlo. 

La señora Rodríguez Duarte tras una serie de amenazas fue atendida por sus vecinos, que tras intentar calmarla y ver que no se encontraba bien, la llevaron al ambulatorio del Barrio Bajo, presentando un cuadro de ansiedad y durante casi cuatro horas permaneció en dicho centro.

Está a la espera de un desahucio, muchas noches no duerme, pensando que esa será la última vez que duerma en su casa. El asunto está causando un gran revuelo e interés, en nuestro blog y en las redes sociales están siguiéndole miles de lectores, como si de una novela se tratase.

Dolores es la última campanera de Santa María que vive en la torre, pero está enferma y desde hace un tiempo lucha contra una enfermedad que no le dice a todo el mundo, porque en Arcos nombrar esa enfermedad es tabú, tiene un cáncer de colon y lo que más le preocupa es quien va a hacerse cargo de su hijo.

Las autoridades de Arcos lo saben, pero últimamente parecen que miran para otro lado.

Hace unos días pudimos hablar con el obispo sobre el caso, preocupados por todo lo que está pasando y esto fue lo que me contestó:

José Mazuelos: “ - El asunto está en manos de nuestros abogados: avisamos a Dolores hace tres años, desde la muerte de su marido... Nadie puede apoderarse de los bienes de la iglesia, que son de todos, además necesitamos este espacio para ampliar la iglesia y Dolores posee una casa, por lo que no va a quedar desvalida...”

José María: “- Monseñor, debería haber preguntado antes a la feligresía. Por nuestra parte, nosotros queremos que el asunto se resuelva diplomáticamente y con las normas que marcan nuestras leyes, garantizando los derechos que pueda tener Dolores, no con un matón. Esperamos que este cuadro no se repita...” 


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