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| Ramón Vázquez Orellana en el patio de su casa en la calle Magdalena Amaya - Arcos de la Frontera |
José María Pérez Gómez
Arcos de la Frontera
La calle Magdalena Amaya está de luto y Arcos llora por un sonetista querido: Ramón Vázquez Orellana que nos dejó el último día de noviembre en la ciudad de Córdoba, donde también lo hizo su mujer Pepa García.
En su trabajo como inspector de banca en el entonces Banco Hispano Americano pasó por varios sitios y en Granada conoció a un clérigo especial que a las puertas de una iglesia que estaba justo enfrente de su oficina salía a pedir limosna, pues era padre limosnero, se trataba de Fray Leopoldo de Alpandeire…
Sin darse cuenta, Ramón se fijaba más en la riqueza mental de las personas que en el factor capital y esto hizo que se acercara a personas de toda índole, incluso conoció también en persona a poetas de la talla de Rafael Alberti, en Roma, cuando éste estaba en el exilio.
Sus sonetos son un reflejo de sus anhelos, era apasionado de los toros, el flamenco y la copla, fans de Laura Gallego…, de Rocio Jurado y Curro Romero. También era un lector de PÍA, nuestro panfleto, manteniendo correspondencia a través de Facebook y nos comentaba algunos de los artículos. En los años `70, cuando Manuel Pérez Regordán fue a dar el Pregón de Semana Santa en Arcos, quiso que él fuera el que lo presentara y para ello viajó a Córdoba para encargárselo, pero ya Ramón había colgado la pluma y su amigo lo volvió a empujar y meter de nuevo en verea, al menos esto mismo es lo que tanto el uno como el otro nos contaban.
Desde aquí, mi respeto y el recuerdo cariñoso hacia el maestro; de banca, de poesía y de personas. Ejemplo a seguir y con la esperanza de que algún día, sea reconocido no solo por sus amigos, sino por el gran publico, el gran tesoro artístico que salió de su pluma.
ResponderEliminarAñado mi pequeño granito literario a su persona.
-Recuerdo de un maestro de la vida, dedicado a su memoria
(Soneto informal)
Ramón Vázquez Orellana,
amigo que siempre tuve.
Aunque despistado anduve,
por las sierras de Granada.
Ramón Vázquez Orellána,
por valientes admirado,
y de cobardes temido.
Siempre claro en su mirada
Ramón Vázquez Orellana,
con agudas opiniones
y mejores decisiones.
Ha partido esta mañana
hacia el espacio infinito...
Ramón Vázquez Orellana
Málaga, 30 de noviembre de 2015
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