domingo, 17 de abril de 2016

La Mesa del Rey Salomón sale en procesión por las calles de Toledo

José María Pérez Gómez

    Dos metros y medio de altura, con algo más de 200 kilos de peso, de oro y plata, fundido con 17 kilos del primer oro que trajo de América Colón, así nos presentan la custodia que labró entre 1514 y 1524 el joyero alemán Enrique de Arfe, para la catedral de Toledo. .. Hasta aquí la versión oficial. 

   En Toledo existió hace mucho tiempo una joya parecida en la época de los reyes godos. Cuenta la tradición que se trataba ni más ni menos que de la mesa del rey Salomón, que cada rey la adornaba con más piedras preciosas y con más oro. Cuando los árabes invadieron la Península se quedaron maravillados ante tal tesoro y Muza para poder pagar a Tarik por los servicios prestados le arrancó una pata.

   Poco o nada se supo después de esta mesa, muchos investigadores creen que todavía puede encontrarse intacta en las galerías de debajo de la catedral de Toledo, en lo que se conoce por las “cuevas de Hércules”.

   Sin embargo sabiendo esto parece que no hay interés por buscarla y a los muchos investigadores que se han acercado, se les ha puesto numerosos impedimentos. 

   Conociendo el papel desarrollado por el clero en Hispanoamérica, cualquier mina de oro era explotada al máximo para sacar una pequeña o mucha cantidad de este preciado material, cómo no iba a indagar la iglesia esa posibilidad de tener un tesoro de este calibre bajo su catedral en la capital del imperio… 

   Fijaos en la peana, la custodia está expuesta en lo que parece una mesa… y así fue como hace unos años cuando visité la Catedral, conociendo estas historias, mi cerebro echaba chispas ante lo que estaba viendo: La mayor de las joyas de la cristiandad podía ser ni más ni menos que el resultado de la fundición del material de la mesa del rey Salomón, es una suposición mía…, lo sé, pero da que pensar de dónde ha salido todo ese material. La forma aunque de estilo gótico coincide en torno al eje central: Una mesa. Todo esto en la época de Cisneros, Torquemada y compañía… porque además la custodia, en realidad son dos y la primitiva fue encargo de Cisneros en el siglo XV. Sonreí y comenté esto con mis amistades de Puerto Serrano allí mismo presentes y se me acercaron algunos turistas e incluso guías al escucharme. Hace tan sólo unos días lo he contado por primera vez en un medio de comunicación, en La Voz del Viento, para la radio y televisión de Marchena, que podéis ver a través de internet en:  http://www.lavozdelviento.es/ 

  Curiosamente los reyes godos se reunían con sus nobles en torno a esta mesa y durante siglos la nobleza de la iglesia del mayor imperio que ha tenido la cristiandad, también se ha reunido junto a esta reliquia y si os fijáis algo de magia tiene, porque desde que la corte abandonó Toledo para irse a Madrid, el imperio entró en decadencia.

   A veces los secretos están expuestos de tal manera para que los veamos de formas diferentes, porque en las cosas singulares poca gente se fija y en este caso aunque todo el mundo se fija, porque los destellos de luz deslumbran, la otra realidad, es que no te preguntas por sus misterios. Está concebida para que te fijes en la majestuosidad del arte, de la materia, de sus relampagueos, para que te enamores de una joya, pero a la vez que no sientas la curiosidad de indagar en su pasado y te creas absolutamente sólo lo que ves: Una pieza de oro y plata.

   La mesa del rey Salomón es un mito de poder que como casi todas las cosas importantes del mundo antiguo, llegó hasta Roma y el Vaticano alcanzó su mayor gloria; los godos saquearon Roma y se la trajeron para la Península Ibérica; los árabes derrotaron a los godos y se la quedaron, hasta que nuevamente los cristianos conquistaron Toledo y expulsaron a los moros, sin que estos pudieran llevarse nada de las riquezas que en la ciudad había. Por lo que la mesa según esta teoría continúa en Toledo.  

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