Las ovejas son buenas aliadas del olivo, a pesar de algunos detractores con otros criterios, mantienen el olivar sano, sin destruir la cubierta verde, limpiando y abonando el terreno. |
Olivos centenarios sanos con cubierta verde en Puerto Serrano |
En el mundo del olivo todos son criterios, secretismos, disparates y engaños…, por un lado están los que venden la maquinaria y claro eso es lo mejor porque te ahorras dinero y trabajadores (es un buen argumento de venta); por otro los que venden los productos químicos y eso también es lo mejor, pues evita que el fruto se pique; también están los pseudo entendidos, los “expertos” de toda la vida y por contrapunto están los naturalistas y los que mantienen la tradición. A todo esto hay que añadirle los que arrancan los olivares, porque según sus criterios los olivos viejos ya no producen o no son “rentables,” para ellos la cantidad está por encima de la calidad.
Olivos centenarios estresados, sin cubierta verde y mal podados en Villamartín |
Lo primero que hicieron estos ingratos fue aprovecharse de la buena voluntad de unas mujeres que sólo deseaban conservar el olivar de sus abuelos, por un precio simbólico y los muy granujas les han estado pagando con la ayuda de la PAC, sobrándoles dinero. Claro ahora no se quieren ir…, se creen que las tierras son suyas y después del destrozo que les han hecho, se permiten decirles que les han hecho una mejora, pues es su criterio.
Al arar el olivar no se le hace mucho favor, pues se deja la tierra al aire y expuesta a la erosión, se estresan las raíces y a los árboles se les puede hacer algún daño accidental innecesario. Al echarles productos químicos no te puedes acoger a los beneficios de un cultivo ecológico de primera, lo más demandado hoy día por el consumidor… Y de los criterios de poda, todo el mundo tiene uno, pero dicho por expertos en botánica: la poda estresa al árbol, no es lo mismo una poda que una limpieza.
Cuando los herederos de estas señoras se han dado cuenta, han tenido que plantear un pleito para poder recuperar las tierras de sus ancestros, consideran que han timado a su familia, por debajo de los costes y además de la destroza en el cultivo, tendrán que hacer frente a otra: la restauración del cortijo y del pozo.
Cuando los herederos de estas señoras se han dado cuenta, han tenido que plantear un pleito para poder recuperar las tierras de sus ancestros, consideran que han timado a su familia, por debajo de los costes y además de la destroza en el cultivo, tendrán que hacer frente a otra: la restauración del cortijo y del pozo.
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