miércoles, 9 de marzo de 2011

EXTERMINIO EN SILENCIO, EN LA PLAZA DEL CABILDO

Los gatos eran sagrados en el antiguo Egipto

José María Pérez Gómez
Dar de comer al hambriento no debería estar penalizado ¿ O sí? San Francisco de Asís llamaba HERMANOS a los Lobos, a los Ciervos, Palomas y en general a todos los seres vivientes. En la Plaza del Cabildo de Arcos de la Frontera hay personas de buen corazón, de éstas que dan de comer a los SERES “vagabundos” o “perdidos” y a los salvajes también, como el SEÑOR Camarena a quién algunos diablos ya se han encargado de hacerle llegar que lo que hace “es lamentable, que lo deberían multar por ello”, afortunadamente algo que no puede ser pues ya hay jurisprudencia en Cádiz, que el Ayuntamiento de dicha capital pretendió criminalizar y multar a un SEÑOR que pillaron dándole de comer y beber a los pobres gatos mendigos del Campo del Sur y no pudo ser porque el SEÑOR juez además le pidió al IMPUTADO que cuando lo hiciera tuviese cuidado de no caer por el precipicio del baluarte. Lo que son las cosas..., paseando por la Plaza del Cabildo llegué a ver a un “señor” que portaba un tirachinas, creí que era una guerra..., sí, que lo era, las POBRES palomas de Santa María estaban sufriendo un exterminio en silencio, todo el mundo en la zona lo sabemos y callamos, las están exterminando porque se cargan la piedra artística de la Basílica..., son como ratas y no digamos nada de sus cacas..., más en mi corazón siento pena, porque no las veo así, para mi, en una Andalucía que no hay trabajo veo que la Basílica carece de un equipo de mantenimiento, luego dan trabajo y por parte de la comunidad eclesiástica deberían de estar orgullosos de que las PALOMAS hayan decidido anidar en un templo como este, sí, las PALOMAS dan vida al templo, pues la piedra es inerte y ellas son obra de DIOS y no de los hombres, al menos si no lo crees así no vayas a santiguarte en la Parroquia. La NATURALEZA está viva y si los SERES que enriquecen nuestro entorno hacen que nuestros TEMPLOS envejezcan, les están infundiendo la solera que deben de tener.
Mirad las puertas de cualquier iglesia antigua y veréis unos boquetes redondos, aquí llamados gateras, para que los gatos se movieran con facilidad, en Egipto eran sagrados.
Pero lo que de verdad quería contaros es que para mi no hace falta creer en nada, pues no debemos tener prisa por saberlo, pero me siento más seguro con alguien que me muestra su fidelidad a una CREENCIA o su respeto por la NATURALEZA, que con quien me muestra su orgullo por no creer en nada o ser ateo, pues es la justificación del asesinato y del robo, tal y como me aseguró un energúmeno que me aseguraba que le encantaba matar pájaros, que luego no comía pues no le gustaban, porque no creía en DIOS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario