La Torrecilla 1.919 metros |
José María Pérez Gómez
La Torrecilla
Desde Los Quejigales |
La Cañada del Cuerno |
Algunos pinsapos aun retenían la nieve del día anterior |
Quejigos de Montaña |
Nevero |
Refugios naturales en el Pilar de Tólox |
Estrecho de Gibraltar |
En el pilar de Tólox llenamos nuestras botellas de agua, realizamos una parada y contemplamos los refugios naturales de esta pared caliza y el santuario. Cogimos fuerzas para llegar a la cumbre que la teníamos justo enfrente y aunque cerca, hay que esforzarse, hacer alguna parada y respirar para volver a la carga. Una vez en la cima nos encontramos con una multitud de montañeros con la que compartimos, vino, aceitunas... y el momento. Desde este punto divisamos Málaga, Sierra Nevada, con sus picos Mulhacen y Veleta, el Parque de Grazalema, Gibraltar, el norte de Marruecos, Sierra Bermeja... Como anécdota curiosa, nos sonó el móvil y eran mensajes de las compañías que operan en Marruecos, dándonos la bienvenida, pues allí nuestras compañías no tienen cobertura, nos miramos y decidimos no hacer llamadas internacionales dentro de nuestro mismo territorio, cuando iba a apagar el aparato me sonó y resultó que era mi Madre llamándome desde España que estando en el mismo país la llamada la estaba recibiendo desde el extranjero..., sin comentarios.
De izquierda a derecha: Sebastián, Juan Manuel, Salvador y Pedro |
José María |
La montaña es como un imán, un santuario natural en el que todos compartimos un momento de espiritualidad, de retiro... y admiramos la belleza de nuestra Madre Tierra, llegar a lo más alto no es una conquista, al contrario, la montaña nos conquista a todos y se gana nuestro respeto. El esfuerzo mereció la pena.
Cruzarse con otros montañeros, saludarse sin conocerse, intercambiar itinerarios, opiniones, compartir experiencias y comidas... Esa es la magía que nos contagía la montaña.
A pesar de los numerosos montañeros que suben a este pico, no se veía ni un papel o lata en el suelo |
Cruzarse con otros montañeros, saludarse sin conocerse, intercambiar itinerarios, opiniones, compartir experiencias y comidas... Esa es la magía que nos contagía la montaña.
Juan Manuel con nuestro amigo "Benito" |
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