viernes, 9 de diciembre de 2011

Expedición a los Llanos de Líbar

En los Llanos de Líbar podemos contemplar estas fortalezas naturales
José María Pérez Gómez
Llanos de Líbar

 

Carteles informativos
 
    Partiendo desde Montejaque, por las calles de arriba, daremos con un carril que nos conduce a un valle cerrado denominado los Llanos de Líbar, en la parte malagueña del Parque Natural de Grazalema. Por este carril vamos avanzando a través de un paisaje majestuoso y pedregoso, parece que la Naturaleza ha celebrado aquí una gran batalla y aun no ha terminado, pues las cumbres peladas y erosionadas son como de otro planeta, nuestra imaginación vuela, por un momento cerramos los ojos y vemos claramente a un gigante construyendo un castillo o algo parecido, pues las piedras con cortes casi perfectos semejan cantillos puestos a capricho por una mente inteligente, estas si que son verdaderas fuerzas de la Naturaleza... Según me cuentan, otras personas en vez de gigantes ven ogros, que al caso es más o menos lo mismo, pero con diferentes matizes, según el estado de ánimo, supongo. Perdonad, voy a volver a abrir los ojos porque ya casi veo unicornios y caballos alados..., pero aun así, se que desde luego se trata de un valle sagrado, no hay nada más que verlo, pues todo gira en torno a un manantial que brota del suelo en el centro del valle, con recovecos en las alturas por donde se asoman los dioses para ver nuestro avance, no se si ya a estas horas de recorrido me he vuelto loco, lo que de verdad os quiero decir es que el lugar es de película y os invita a soñar despierto, puede ser que la culpa la haya tenido nuestro amigo Manolo Cañá, que siempre es bueno que haya "niños" para echarles las culpas..., con la ocurrencia de que comamos esas dichosas setas que él nos ha recolectado y preparado aquí mismo ¿Serán alucinojenas? No creo, es la belleza en sí de este paisaje la que nos embauca e invita a imaginar, creando fantasías agradables, que nos hacen sentir como duendes y hadas en un cuento para niños de más de 40 años. 


De izquierda a derecha: "Benito", Luis e Isabel; dos hermanas
estadounidenses: Justine y Louise; Manolo, Juan Manuel,
Kiko padre, Kiko hijo y Salvador en el manantial
  




En estas cumbres reinan las águilas y las cabras montesas.
Este tajo es el límite de las provincias de Cádiz al fondo
 y Málaga en primer plano.
 
El "Boquete" de Cortes
    Estamos en el centro y mirando hacía el sur-este, contemplamos una inmensa mole, el pico de El Palo con 1.400 metros, por detrás está el Martín Gil con 1.396, aunque no veamos su cima, a nuestra derecha el Puerto del Correo... en el centro, donde nos ubicamos, este manantial de aguas claras, la Fuente de Líbar, con sus tritones, ranas, sapos..., donde beben las vacas y en las cumbres, las cabras montesas, las águilas calzadas, culebreras, chovas y otros pájaros que pueblan la zona. Nos hallamos en un Valle encantado o a mi me lo parece, tal es así, que los dioses no han querido que de aquí salgan ni sus aguas: La Madre Tierra abre su boca y bebe el agua sagrada bendecida por las estrellas, el Sol y la Luna, en este boquete con más de ochenta metros de caída vertical, todo un encanto para los espeleólogos en el termino de Cortes de la Frontera.
 
Panorámica de los Llanos

    Está muy extendida la explotación ganadera, que por su ubicación, dentro del Parque Natural de Grazalema debe de ser respetuosa con el medioambiente y a su vez proteger el enclave del que se alimentan, no obstante debemos recordar que los alambres de espinos de estos vallados no deben tener pinchos en su parte de arriba, porque se convierten en trampas para las aves nocturnas que están todas protegidas, entre las que por estos parajes destacamos el Buho Real y el Cárabo, éste último fue protagonista de uno de nuestros rescates y que publicamos en PÍA, el hecho ocurrió a muy pocos kilómetros de aquí en la finca Fardela, en el término de Benaocaz. Aquí os dejamos el enlace:


    Que tomen nota las autoridades competentes.
    Desde este llano podemos pasar por los distintos puertos y vereas a Cortes, Ubrique, Villaluenga del Rosario, Benaoján, Montejaque, Benaocaz y Jimera de Libar. Esta parte del Parque está plagada de aguas subterráneas, de cuevas, y simas y de cuando en cuando se descubre alguna nueva, por lo que es la “Meca” de muchos “chalaos” o naturalistas, que lo disfrutan más que un cochino en una charca.


Los quejigos y las encinas son de proporciones enormes
     Resaltar que las encinas y quejigos que habitan este paraje son los más grandes que creo que mis ojos hayan visto, difícil encontrar otros ejemplares superiores o similares, debe de ser ese uno de los motivos por el que el ganado porcino se encuentra aquí exuberante y abundante.


Luna con sus diez cachorros
     Cuando volvimos de nuestro viaje comprobamos que nuestro amigo “Benito” estaba siendo padre con la perra “Luna”, nada más y nada menos que de 10 cachorros... Familia numerosa.

Momento de Reposo en lo alto del "Boquete"

     Para los amantes de la Narutaleza os dejamos con este reportaje que grabé junto a nuestro amigo Miguel Ángel Carrero, que es técnico de campo y que versa sobre el Buho Real, que habita también por estos parajes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario