sábado, 4 de febrero de 2012

Afrenta en la Corte

    José María Pérez Gómez
    Arcos de la Frontera

    De todos es conocida la Afrenta de Corpes, en el Romance del Mío Cid, los cobardes y traicioneros infantes de Carrión deshonraron a las hijas de Don Rodrigo, “El Cid”. Para ellos las hijas del Cid eran poca cosa y por ello las humillaron... Creyeron que: “Él que a buena hora nació” iba a olvidar..., y de sobra es conocido por todos lo que después aconteció.

    Hoy se produce una nueva afrenta, en este caso las dos hijas del Rey, que deben ser o son, según las apariencias, pocas cosas para “Marichalares y Urdangarines”. Uno por gustarle el esquí, la “nieve...” y otros deportes similares que no agradan a los progenitores de su esposa, el otro por ser acusado de presunto “amigo” de lo ajeno... Hoy los tiempos cambian y parece que no se pueden hacer duelos como los de antes, que tu suegro te aparte de los actos sociales por un comportamiento dudoso ya en si lo es, pues siembra desconfianza dentro y fuera de la familia, no genera un buen clima de cara a la presunción de inocencia, genera un juicio paralelo en el que ni siquiera con un resultado absolutorio se librará de la condena social. En Inglaterra los que deshonran a la royal family tienen incomprensibles accidentes y nadie puede decir lo contrario, pues es la “justicia divina caída del cielo,” a la vista de todos...

    La mayoría de los mortales ya no creemos en cuentos de hadas, ni en la concepción divina de ningún rey, por lo que estos escándalos nos humillan, los súbditos ya no aguantamos estas chulerías. A éstos les está ocurriendo como cuando los infantes de Carrión fueron humillados por un simple león del que en vez de hacerles frente huyeron como cobardes, mientras el Cid cogió a la fiera por la melena y la devolvió a su jaula. Hoy el león somos nosotros, del cual huyen y se esconden detrás de las fuerzas del orden, como aquellos infantes... Pero tarde o temprano habrá de llegar el duelo y los reyes lo saben, tendrán que dar la cara y el Pueblo es una gran fiera que indómita hace estragos, de causas menores surgieron “primaveras” y revoluciones. Pobres Borbones de sangre limpia y azul linaje, necesitáis un Cid que oxigene vuestros pulmones, que no os alude y os sea fiel, necesitáis un dragón que con fuego queme el pasado y todo resquicio de duda. No corren buenos momentos para monarquías y emperadores, como le dije en el año 1997 a un engreído y déspota oficial en una ocasión:

“- El carisma no se gana con los galones.”

    Hoy estamos en DEMOCRACIA y somos otra generación muy distinta de aquellos que aprobaron una CONSTITUCIÓN en unas circunstancias muy frágiles y precarias. La letra ya no nos entra con sangre y sólo tenemos FÉ en lo que pueden demostrarnos. La Familia Real se vive como una tradición, tradición que se ve frágil cuando nos preguntamos sus méritos. Los Borbones heredaron un Imperio y lo perdieron: ¿Dónde estaba Carlos IV cuando Napoleón?¿Que hizo Fernando VII con la CONSTITUCIÓN de 1812, nuestra PEPA? ¿Dónde estaba María Cristina de Habsburgo cuando se perdían Cuba, Filipinas y Puerto Rico? ¿Dónde estaba Alfonso XIII, hijo de Alfonso XII y María Cristina, cuando autorizó la dictadura de Primo de Rivera y que hizo cuando la de Franco? Como os decía, a pesar de ello España perdona y por nuestros reyes somos capaces de todo ¡Larga vida a Felipe VI!

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