Salvador Rus
Desde un rincón de Brasil
Queridos Amigos :
Después de estos primeros días en Brasil, son muchas las reflexiones y momentos en los que uno es capaz de ver más allá de la realidad. Siempre dependiendo de la ventana desde dónde se observen las cosas, uno puede llegar incluso a perder la objetividad de la misma .
Escuchando un tema que todos conoceis de la cantante Adele “ Someone like you”, desde la terraza de un humilde apartamento , a través de una ventana, a lo lejos puedo observar ese mundo que muchos de nosotros desconocemos, un mundo lleno de surrealismo urbano, dónde no hay más que una rutina diaria, la dura tarea de la supervivencia, en un lugar dónde las condiciones son del todo adversas. Cierro los ojos, y quisiera no despertar, prefiero soñar . Soñar que algún día todos tendremos las mismas oportunidades en la vida, soñar que pudiera cambiar con pinceladas la realidad , soñar que tuviera poderes para transformar las injusticias, soñar que pudiera predecir el futuro…
Adormilado, como si estuviera despertando de un largo sueño , una vez más vuelvo a abrir mis ojos, porque nunca me enseñaron a esquivar, a ser cobarde. Es entonces cuando puedo sentir nuevas sensaciones, todas llenas de positivismo y alegrías. Este pueblo desborda sonrisas, desborda simpatía, colorido, música, baile, es sin duda la mezcla de muchas razas y culturas cuya fusión ha dado lugar a un pueblo generoso, hospitalario, conformista. Aquí se cumple a raja tabla el dicho de que nos es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita.
Si tuviera que describirlo se me viene a la cabeza la palabra alegría. Todavía queda mucho por recorrer, tiene un largo y bonito camino que construir .
Por un instante parece como si estuviera observando uno de esos cuadros de Vangoth, en que los colores parecen diluirse dando forma a una especie de fantasía y en el que nuestra imaginación juega un papel tan importante. Nuestros problemas no son más que acompañantes pasajeros, para hacer del día a día un poco más ameno , más divertido , esbozo una sonrisa y me rio de todos nuestros “problemas”.
Los días pasan y poco a poco me voy adentrando en un mundo desconocido, cojo un cigarro y no lo quiero encender, en realidad, no lo necesito, prefiero saborear mis experiencias personales, mis viajes por sus pueblos, sus gentes, sus naturaleza.
Todo está difuminado, queda mucho por recorrer y nunca sabré cuando tendré otra oportunidad en la vida para reencontrarme conmigo mismo. Mientras tanto sigo mi camino, sin un rumbo establecido, me dejo llevar por la cordialidad del pueblo brasileiro , sus costumbres, su humildad, su generosidad , al ritmo de una música constante que te va calando hasta los huesos, contagiosa, alegre, llena de vida. Sin embargo, tengo tendencia a cerrar los ojos… prefiero soñar.
De repente me vuelvo a despertar sobresaltado, mis ojos ven claramente a través de mi humilde ventana lo que aquí se denomina como “Favelas”, una conglomeración de chabolas desordenadas, un mundo sin ley, en el que el más fuerte hace mal uso de su poder, y en el que el más débil hace uso de su picaresca desarrollando una especie de espíritu sobrenatural de supervivencia. En definitiva todo un mundo por descubrir al que nosotros nunca tendremos acceso.
Los suburbios urbanos desdibujan la verdad de un País que anda a caballo entre el progreso y el umbral de la pobreza…
Entonces se me vienen a la cabeza esas rutas que hacía con mis amigos Gaditanos por esa maravillosa Sierra Gaditana, lleno de rincones, lugares secretos que sólo unos pocos conocen , una estampa de la que muy pocos aquí han tenido la suerte de contemplar. Porque aunque tienen tantos rincones hermosos, selvas, haciendas, una naturaleza llena de diversidad y colorido, muchos de ellos no conocen más que su barrio, en dónde la pobreza les ha encerrado en una especie de circulo vicioso de dónde no han sabido escapar.
Hacen falta medios, formación, profesorado, educadores, psicólogos. A pesar de que el progreso empieza a hacer mella, con sus grandes mándibulas en esta sociedad, muchos siguen en el olvido de una sociedad que no perdona la ignorancia.
Me gustaría dejar claro que cada uno tiene el derecho legítimo a expresarse libremente, y quizás tan sólo esté pensando en voz alta lo que a todas luces me resulta obvio. En realidad creo que es bueno que haya diferencias , pero no abismos tan grandes.
No obstante, después de mucho reflexionar, creo sinceramente que no es el momento de crear discordia, sino el momento de crear sinergias positivas. Nuestro País España está atravesando uno de los momentos más duros que se conocen en la historia de la democracia, hemos sido gobernados por personajes, oportunistas, especuladores, picáros, aventajados, sin vergüenzas etc…
De nada nos sirve quejarnos ahora, nosotros hemos sido los que los hemos elegido legislatura tras legislatura a nuestros gobernantes. Ahora hay que apechugar y aprender de los errores. Hay mucho talento en nuestra tierra, pero sencillamente esa no es la virtud que se busca en un político. Muchos se han enriquecidos como meros comisionistas, ya cumplieron su cometido y ahora viven de los beneficios establecidos por ellos mismos para asi blindar su futuro a costa del pueblo. Quizás me este desviando del tema… hoy es el dia de Brasil, pero no quería dejaros en olvido, de vez en cuando me gusta dar un golpe en la mesa para ver si alguien me escucha.
Pienso en lo que deje atrás y se me está poniendo la piel de gallina , pero no importa, todo se suaviza, cuando abro los ojos y miro a través de mi ventana y allá al fondo veo amontonarse una inmensa masa de casuchas o favelas hechas de papel, lata, pallets y otros desechos urbanos. Entonces sonrío pensando que no son tan grandes nuestros problemas. Entonces me reafirmo en que la perspectiva de la vida, depende de la ventana desde dónde se mire al exterior.
Creo sinceramente, que es el momento de crear un ambiente adecuado, crear sinergias que puedan hacernos más fuertes y no más débiles. Porque no hay mayor error, que crear en las personas que trabajan para nosotros, que nos representan, y dirigen nuestra país la sensación de desmotivación, ansiedad y desapego que una división interna puede causar en ellos. Ya se que no todos estamos deacuerdo con la elección de nuestro gobernantes, pero es importante, que sean quienes fueren se les de una oportunidad. Lo importante es el equipo de personas y no la tendencia política, cuando los andaluces seamos capaces de comprender esto, entonces seremos más fuertes, porque entonces estaremos más unidos que nunca.
Una buena imagen vale más que mil palabras, y ahora mismo, con nuestro sacrificio estamos ayudando a que nuestro futuro sea más estable y próspero si la suerte nos acompaña, en estos momentos difíciles que estamos atravesando. Nuestras estrecheses son el precio que tenemos que pagar por no haber establecido uno protócolo de control de todos los capitales que han estado durante estos años a disposición de las diferentes administraciones. Creo que este pueblo está a la espera de un gobernante sincero , honesto, que sea capaz de marcar diferencias, de tapar agujeros, de condenar gravemente los abusos y deshusos.
Desde Brasil os deseo a todos un año próspero en que por fin los cambios sean fructíferos y nuestras gentes sean capaces de sonreir de nuevo.
Yo de momento prefiero mirar al mundo desde esta ventana, en dónde a pesar de la pobreza la vida parece ser alegre y llena de colorido.
Un fuerte abrazo a todos .
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