Antonio Ortiz Ordoñez
Arcos de la Frontera
Hay razones de peso por las que
Alemania teme las sanciones occidentales contra Rusia
La alta dirección de las
principales empresas alemanas teme que las sanciones que pretenden aplicar
contra Rusia tendrían unas consecuencias irreparables para su negocio. Cabe
señalar los datos que se publican por la prensa europea de que alrededor de
300.000 puestos de trabajo en Alemania están conectados directamente con el
negocio de las empresas alemanas en Rusia, y si la situación con las sanciones
empeora, gran parte de esa plantilla
podría perder su empleo.
Así que la locomotora de la
economía europea y su relación con España, está en una situación irreversible. Alemania se ha convertido en el socio
comercial clave de Rusia en la Unión Europea: si tiramos de datos publicados en
medios especializados en economía, a finales del 2012 la proporción de las
exportaciones alemanas a Rusia de las exportaciones totales de la UE ascendió
al 31%, estando muy por delante de Italia (10%) y Francia (9%).
Por eso es tan significativo que
el día en que el presidente chino llegue por primera vez a la sede de la Unión
Europea para reclamar la “apertura de los mercados”, se anuncie que China ha
abierto dos centros (en Frankfurt y Londres) para que sus “derechos especiales
de giro” (SWAP) puedan funcionar como divisa de referencia en sus intercambios
comerciales con Europa.
Es decir que, por una parte China
consolida su moneda como una alternativa al dólar y, por otra parte, podemos
contemplar la visita del mandatario chino como la certificación de un cambio en
el sistema monetario internacional. Parece claro que estamos viviendo, ya, esa
transición. Rusia abandona el dólar y adopta el rublo-oro. Podemos decir
entonces que comienza a adoptar su
propia moneda (el rublo) apoyado en sus propias reservas de oro como divisa
para los pagos internacionales. Dónde nos colocamos nosotros, nos unimos a la
rebelión liderada por China y Rusia, o el Nuevo Orden Mundial, con actos de terror, nos seguirá angustiando con una crisis que nos lleva a
cifras impensables de 7 millones de parados, 3 millones de niños en el umbral
de la pobreza; Cuánto tiempo resistiremos hasta que la situación nos explote en
las manos, qué argumentos tenemos los políticos para decirle a los ciudadanos
que tenemos solución sin cambiar el sistema, qué esperanza justificamos para
nuestros jóvenes sin dar un giro radical de timón, acabar con la corrupción y
con la mitad de los políticos, o seguimos con este escenario de pan y circo
pretendiendo que algo pasará, cuando en realidad está pasando y no hacemos nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario