La polinización electoral

Jacobo Cuerdo

Arcos de la Frontera

      

      Estamos expectantes casi a todos los acontecimientos, ya sean del día a día ó de cierta trascendencia nacional ó internacional, ya se hable del rey, de la Belén Esteban ó de la madre que los parió; los medios de comunicación nos invaden y las redes sociales sustituyen a las conversaciones de patio de vecinos y nos incitan a visualizar como mediocres pitonisas elucubrando posibles resultados políticos, sociales, deportivos ó acontecimientos varios; si además, la fuerza de Rappel nos abandona, no damos una,  por eso los protagonistas del acierto mediático como el pulpo paul ó en la actualidad un camello, un perro ó una moneda al aire pueden ser  mejores herramientas que los sondeos, encuestas ó profecías que algunos intentan inculcarnos sobre el devenir del futuro. Pero a mí, en mi casa, como a muchos otros en la suyas, nos infundieron que se recoge lo que se siembra y solo con esfuerzo y tesón se consiguen metas reales, cosas que en el plano político se tienden siempre a olvidar. No seré yo quien critique que se realicen obras por todos los sitios y rincones del pueblo, algunas más acertadas que otras, algunas más complejas que otras y también algunas más cuestionables que otras, pero el fin no justifica los medios y pensar este ayuntamiento en una clara estrategia electoral esparciendo trabajadores eventuales como granitos de polen para que veamos “meneo” por todas partes, asignándoles todo tipo de tareas (algunas de ellas repetitivas) para que les garantice ese objeto de deseo que se  deposite el voto en las urnas con las siglas de sus respectivos partidos, les hace obviar la realidad. Ya les digo yo, que estos trabajadores que están fugazmente currando, ni perdonan ni olvidan, saben que han sido utilizados para fines electorales sin duda, y pensar que se ganan algunos votos por unos días de trabajo, y si a  ustedes como responsable locales les infunde a creer que les vaticina un buen puñado de votos, están muy equivocados, porque todo ha cambiado, Arcos también a olido los aromas del inconformismo y se ha contagiado de la conciencia social del país, los jóvenes piensan mas allá de las botellonas y no se equivoquen saben expresarse, porque conocen las herramientas contemporáneas a su época que además dominan a la perfección, aderezado con la irreverencia que la edad les otorga “no teniendo miedo ni temor a los poderes establecidos”, sin olvidar por su puesto a los trabajadores eventuales, aquellos a los que los responsables políticos les han obligado a mendigar peonadas para poder llevar algo decente a sus casas, pues que sepan ustedes que no están indignados sino desquiciados, aunque ahora no les queda más que tragar con sus mezquindades, pero Arcos es más que un pueblo bonito, porque Arcos son sus gentes orgullosas y si el futuro siempre es algo incierto, aprovechen el presente y por lo menos intenten ser más humildes, porque no les garantizo que eso les proporcione más votos pero si les hará ser mejores personas.