miércoles, 12 de agosto de 2015

El empresario que puso en jaque a un gobierno luchando por su negocio

José Camarena
José Camarena es Técnico Especialista en la Rama de Electricidad del Automóvil, Formación Profesional (FP). En su juventud, cuando aún no tenía canas, montó un pequeño taller en la Salida del Puente, en el Barrio Bajo (Arcos de la Frontera) y fue prosperando hasta montar una nave en los Cabezuelos, allí se dedicó a la electricidad, neumáticos y asistencia en carreteras, por lo que hoy es más conocido:

Grúas Camarena

José Camarena: “- En esa nave tuve varios percances con el Ayuntamiento, con el equipo de gobierno del Partido Popular, en la época de Juan Manuel Armario a cuenta de que querían hacer una urbanización de lujo… Allí tenía mí negocio y empezaron a acosarme y ponerme denuncias por medioambiente y me acorralaron. 

Entonces tuve la idea de lo del famoso rey precinto, me manifesté públicamente, cosa que nunca había hecho ni había pretendido hacerlo en mi vida, pero me vi tan acosado que lo hice y al más puro estilo americano. Decían que era una persecución, yo no lo veo así pues lo que intentaba era defender mi negocio el cual no me daban salida ninguna. Me llegaron a precintar el local anexo a mi negocio, a la nave, alegando impacto visual y temas de medioambiente, me querían poner una multa de la época de 15.000.000 de pesetas, (tengo documentos que lo demuestran) por lo que para enterarme tuve que hacer un curso de medioambiente en una universidad a distancia, me gustó tanto que me ha llenado bastante y me tiene muy preocupado este tema. 

Soy consciente de que hay muchos desastres ecológicos alrededor de Arcos, fíjate nada más en lo de las térmicas… Entonces me he hecho consciente de que mi tema no sólo no perjudica, sino que al contrario beneficia pues me dedico a retirar vehículos siniestrados. Lo que sí tiene impacto fuerte en el medioambiente son las grandes obras como las que se han hecho alrededor de Arcos, entre ellas las térmicas que al final parece ser que están paradas y ni siquiera funcionan, después de tantos disgustos como nos costó a más de uno en este pueblo.

Por mí actividad ecologista intentaron quitarme también mi negocio de la Citroën, intentando siempre perjudicar mi vida profesional. En parte consiguieron algunas cosas y por ello tuve varias refriegas, pero al final se quedó todo en aguas de borrajas. Los últimos coletazos fue que me hicieron ir al gobierno civil a Cádiz porque efectivamente mi negocio era legal, lo tenía todo perfectamente documentado y de aquello había que dar constancia por lo que me olvidé del tema, pero la administración no se había olvidado de mí… Me llegaron a reclamar y tuve que llevar todos los documentos que tenía y al final se demostró que todo fue una farsa, un montaje del equipo de gobierno de aquella época para conseguir hacer una urbanización de lujo. 

Conseguí darle de baja a todo porque como ya no estaba en aquella nave... y no ocurrió nada, ni pague multa ni mucho menos, lo único que hicieron fue calentarme la cabeza con bastante documentación, pero no pudieron perjudicarme porque yo no estaba ejerciendo ninguna actividad clandestina ni fuera de la ley.

El tema del medioambiente está abandonado, primero el río lo tenemos hecho una porquería, el río está bastante sucio y lleno de objetos por todos lados. La limpieza no es de las calles nada más, la gente no está concienciada, ahora hay menos lavadoras porque como la chatarra ya vale dinero ahora las recogen cuenta de la crisis, pero sigue habiendo mucho neumático, la cuestión está en no ensuciar, más que en limpiar. 

Por los alrededores de Arcos tampoco se han preocupado de la arboleda, debería haber más arboles, sobre todo con plantas autóctonas de la zona, no con palmeras raras u otros árboles que no son de aquí y también deberíamos preocuparnos más por la agricultura, por la agricultura ecológica sin tantos pesticidas y porquerías como se utilizan últimamente."

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