La Pasión: Historias del Alma

Borriquita

José María Pérez Gómez
Arcos de la Frontera

Prendimiento

Dicen que Dios puso a prueba a Abraham, ordenándole que asesinase a su hijo Isaac y que cuando éste iba a cometer tan vil crimen, el misericordioso Dios, cambió a su hijo por un cordero. Luego se arrepintió de haber sometido a esta prueba a Abraham y lo colmó de bendiciones por haberle demostrado obediencia y así los descendientes de éste patriarca sacrificaban de vez en cuando a un cordero para conmemorar el hecho.

Así fue…, hasta que llegó Jesús de Nazaret con una misión secreta, casi seguro que similar, sólo que Jesús en lugar de sacrificar a su pueblo dijo:

“- Yo soy el cordero…”

Caídas

Y ya sabéis lo que hizo. Fue así como el buen Dios quedó satisfecho de la respuesta, porque un padre no debe matar a un hijo, se lo mande quien se lo mande y tuvo que aceptar con alegría la voluntad de Jesús. Tenemos siempre que ser nosotros mismos sin temer a nadie aunque sea tan poderoso como Dios y en todo momento debemos seguir a nuestro corazón para hacer lo que creemos correcto.

La traición de Judas no fue fácil, creo que Jesús se lo encomendó en secreto a cada uno de los apóstoles, igual que hizo Dios con Abraham, les daría a cada uno esa orden y todos declinaron obedecerle, todos excepto uno. Seguro que Judas también habrá obtenido recompensa en el cielo por haber obedecido, pero no os engañéis, Jesús a los que de verdad amaba fue a los que siguieron su ejemplo. Esta orden de Jesús no confirmada, ni recogida en los escritos, se puede deducir por el carácter de Éste, ya que no nos parece lógico que una orden como esta se la dé a un solo hombre, es una prueba de amor, de riesgo que como Abraham alguien aceptase y que Jesús asumió.

Perdón

Como estamos en Semana Santa y de esto va el tema os quiero contar una resurrección de la que he sido testigo y protagonista, no es la primera vez que la cuento, pero cada vez lo digo de forma más profunda. 

Hace unos años, en mi lecho de muerte cuando desperté me encontré un ángel que había venido a salvar mi alma, estaba sentado a los pies de mi cama y no paraba de mirarme. Cuando por fin entablamos conversación me dijo que se llamaba Jesús, que era sacerdote y que me había dado la extremaunción. Comprendí que los médicos habían logrado salvarme, estuve muerto durante algunos momentos y me alegré de haber conocido a un enviado de Dios auténtico, sólo cuando te pasa sabes lo que es… Es difícil explicar lo que se siente cuando no se tiene cuerpo, pues todos los sentidos cambian, no hay tacto, oído, ni siquiera la vista es como creéis, son sensaciones tan distintas que cuando te vuelven a meter en tu cuerpo intentas hacerte una idea de lo sucedido para poder explicarlo. Son vibraciones y frecuencias que captas, paralelas a los sentidos materiales del cuerpo y que el cerebro las procesa para hacerse una idea de lo que llamamos mundo real, una idea pequeña y fugaz de lo que ahí afuera hay. 

Vera Cruz

En tampoco tiempo, no me dio espacio a ver muchas cosas, es como una liberación del cuerpo o un parto en otro mundo o dimensión y…, sí, hay muchas frecuencias que no entiendo que estaban por allí como esperando. Esto te cambia toda la visión de tu mundo, te quedas pillado porque volví para contarlo. 

Me pasaron muchas cosas malas en aquellos momentos que no quiero recordar ahora, pero estoy aquí y contento. Es verdad lo que dice el Papa Francisco: “- El camión de la mudanza no va a venir cuando te mueras.”

A don Jesús lo trasladaron desde Villamartín, donde le conocí y me dio la extremaunción. Ahora ejerce en mi parroquia de Santa María, en Arcos y aunque tiene fama de severo y otras chismorradas urbanas, ustedes no sabéis el poder que tiene éste hombre, no sé si siquiera él, o alguien más se ha dado cuenta: los ángeles hablan con él, lo sé porque lo he vivido, aunque muchos creerán que nos lo estamos inventando o que son sueños de delirio o alucinaciones de un loco… Bendita locura porque en ella me siento feliz y es verdad que sueño con dragones, con San Miguel arcángel, con Diego Ximénez de Ayllón, con Manuel Pérez Regordán, mi padre, con Ponce de León y hasta con los reyes taifas de Arcos.

Remedios

Por las calles de Arcos esta Semana Santa han procesionado las cofradías más antiguas, hasta la primera saeta se cantó aquí, al Cristo de los Gitanos, La Vera Cruz y gracias a esto pudieron integrarse en una sociedad donde se estaba expulsando a los judíos e islámicos y se integraron ganándose por ello sus apellidos. Como esta hermandad tiene el carácter de Real e Hidalga Hermandad, ya sabéis el apellido que llevan mayoritariamente los gitanos de Arcos: Reyes.

Por estas cosas, la Semana Santa arcense es algo más que unas creencias, se trata de la historia del pueblo andaluz, de la integración y mezcla con otro pueblo que hemos asimilado ya como algo nuestro y que forma parte de nuestro folklore.

Tenía que contaros esto porque creo que después de lo vivido, si he tenido la dicha de resucitar, mi misión es contároslo. En mis sueños a veces se me aparece el patrón de Arcos que me ha reclutado para que cubra el ala derecha de su ejército, la misión mía será notificarle al diablo que se rinda sin condiciones o entraremos en guerra, las banderas e insignias que me siguen son de colores rojas y verdes, a lo largo de las filas veo a personajes de todos los tiempos, de diferentes culturas y religiones unidos por una misma causa: La salvación del mundo y de sus almas.

Nazareno

Angustias (Dulce Nombre)

Soledad