José María Pérez Gómez
Cuando un macho ve a una paloma saca pecho y después de posarse muy cerca de la pretendida se dirige a ella suavemente, levantando los pies con mucha gracia, arrastrando la cola y barriendo la calle, entonces abre las alas y con la punta de sus plumas remeras toca el suelo... A partir de aquí comienza el cortejo, “LA RUEDA”, se presenta a la inocente palomita y agachando la cabeza le dice suavemente:
“- Turru, tu ru… turru turu ru…”
Que aunque vaya a compás con la banda sonora de la guitarra cuando va por bulerías, esto en el argot palomino significa: ¡Guapa! ¡Requeteguapa!
Y entonces el palomito empieza a girar, a bailarle y si esta no le hace caso, el macho vuelve a insistir, se excita, vuelve a la carga:
“- Turru, tu ru… turru turu ru ¡Puag, puag…! (¡Guapa! ¡Requeteguapa! Con pipas)
Esto en realidad debe traducirse así: “- Estás muy guapa cariño, te voy a comer con papas.”
Si la paloma acepta le besa en el pico y ambos intercambian flujos amorosos, luego la paloma se agacha y el macho se sube en el lomo, pisándola y practicándole el coito. Acto seguido la pareja realiza un vuelo nupcial bailando en el aire, ya el palomo la tiene en el bote y cuando quiera que la paloma vaya hacia él solo tiene que decir:
“- Buuu, buu, bu…” (Ven) y la paloma también lo llamará de la misma manera.
Ciertos gamberros de la ciudad están imitando el baile del palomo e incluyéndolo en sus recitales flamencos, le han sacado letra y todo… ¡Ay! Qué loca esta la gente.
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