Antonio, Antonio y Pedro Márquez |
Uno de los campeones |
La familia Márquez lleva criando pollos de pelea desde tiempo inmemorial, ya lo hacían sus abuelos y tatarabuelos. El gallo combatiente español es su pasión y su fama ha traspasado fronteras y mares, siendo los de Arcos los más preciados, que algunos de ellos se han vendido a precios más caros que algún caballo, depende del capricho del comprador. Pero las apariencias engañan, la familia Márquez cría estos pollos, catalogados como los mejores del mundo, son humildes porque los venden baratos y encima vienen unos desarmados y les roban unos 40 gallos de los que tenían ya apartados.
El esplendido corral está enclavado en la misma Monumental Peña, por la zona de El Competa y aquí estos gallos se ponen en forma solos, ya que no les faltan depredadores, entre ratas, culebras y águilas de todos los tipos y tamaños. El combatiente que se cría en esta roca es el gallo mejor dotado, según dicen que con diferencia.
Nos encontramos con Pedro Márquez y sus primos Antonios, también Márquez…
Antonio (1): “- Aquí somos familia todos. A nuestros pollos les dedicamos muchas horas de entrenamiento. Todos los días al menos les damos una hora y luego vamos por todos los pueblos cerca de aquí, a Sanlúcar, a Jerez, Bornos, Espera…, todos los sábados y domingos.”
Antonio (2): “- Aquí los pollos se crían en semi libertad porque están sueltos hasta que se hacen adultos y tenemos que apartarlos. Para tenerlos en condiciones tenemos que estar sobre ellos, ésta es nuestra pensión de todos los días. Estoy orgulloso de haber tenido el pollo más afamado que ha habido en Arcos y la comarca, incluso venían mucha gente de todos los sitios para traerme sus gallinas y sacar prole de él… El valor de un pollo es el que tú le quieras dar y el que estén dispuestos a pagarte, aquí exportamos muchos pollos para Francia. Donde más me gusta exhibir un gallo es en la parte de Sanlúcar y El Puerto, aquellas gentes sí que lo saben valorar, allí el precio de un pollo alcanza cifras de records. Tardamos un año entero en criar y poner un pollo en condiciones, para que ahora venga un cara dura y se lo lleve...”
• El Combatiente Español ya estaba aquí cuando llegaron los fenicios y era como una señal de identidad. Todavía hoy en muchos lugares de Hispano América admiran el valor de estos pollos y reconocen su procedencia.
Hoy se ha criminalizado su mundo porque según parece el que cría un gallo de éstos, lo hace únicamente para ganar dinero, apostar en peleas, sin importarle la vida del gallo... y sin embargo éstos niños lloran por sus pollitos, disfrutan enseñándomelos y están orgullosos de criarlos en el mejor de todos los corrales: La Peña de Arcos.
Hoy se pide la protección del gallo como especie autóctona y los reñideros han quedado en otra dimensión paralela, porque nos guste o no, la crianza de estos animales también es cultura, así lo creo. Pero no os vayáis a pensar, yo mismo soy un defensor de los animales, amo a los animales y para colmo estoy en contra del maltrato animal, pero no dejo de pensar que estos bichos también se pueden y deben criar con amor.
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