Río Guadalete |
Ante el nuevo episodio de
inundaciones en el entorno del Río Guadalete, Ecologistas en Acción Jerez
recuerda que las crecidas de los ríos son un fenómeno natural y que el problema
está relacionado con la ocupación de las riberas y de las zonas inundables y la
falta de control de las administraciones. El colectivo considera que la
prevención es la mejor manera de evitar el problema, para lo cual es necesario
proteger y ordenar la llanura del río Guadalete y garantizar el régimen de
caudales ecológicos. Sin que ello suponga la realización de grandes obras de
infraestructuras.
El Guadalete se ha vuelto a
desbordar en la zona rural de Jerez, y de nuevo un fenómeno natural concurrente
como son las crecidas de los ríos, se convierte en un problema social por la
afección de estas a viviendas, infraestructuras y cultivos que se han
desarrollado en los últimos lustros junto a las riberas y la llanura de
inundación del río.
Ecologistas en Acción Jerez
considera que el problema no está en la crecida del río en sí o en la gestión
de los desembalses sino en la ocupación de las riberas y llanura del río, la
falta de ordenación de las zonas inundables y el escaso control urbanístico de
este espacio.
Igualmente, el colectivo recuerda
que estudios recientes realizados por la Administración y la Universidad han
puesto de manifiesto que uno de los principales problemas que tiene el río es
la pérdida de capacidad hidráulica por el aporte extraordinario de sedimentos
en el cauce. Estos sedimentos provienen en su mayor parte de las laderas
puestas en cultivo en el tramo bajo de la cuenca del Guadalete y su llegada al
cauce se ha favorecido por las prácticas agrarias intensivas, la roturación de
laderas y la deforestación de márgenes de cauces y vaguadas.
El colectivo quiere reseñar que
las avenidas ordinarias del río tienen múltiples funciones positivas, como el
mantenimiento del cauce, la remoción de sedimentos, la conservación del bosque
de ribera o la fertilización de las vegas. Sin embargo, la eliminación de las
avenidas para acumular agua en los embalses con las que abastecer al regadío y
las poblaciones, ha favorecido la acumulación de sedimentos, la progresión de
vegetación en el interior del cauce y la ocupación de las riberas, y en
definitiva, la pérdida de capacidad del río para evacuar las crecidas.
Frente a quienes plantean que
para evitar las inundaciones hay que dragar el río, hacer obras de defensa,
encauzamientos, canalizaciones o construir más presas, Ecologistas en Acción Jerez
considera que las alternativas para minimizar el problema pasan por proteger la
llanura de inundación y las riberas, cambiar las prácticas agrarias y recuperar
el régimen de caudales ecológicos. El propio río, a través de los caudales de
mantenimiento que se pueden desembalsar anualmente, es la mejor herramienta
para recuperar la capacidad de desagüe de avenidas y la propia ribera.
Ecologistas en Acción Jerez
manifiesta que de no hacerse un cambio en el modelo de uso y gestión del agua y
la llanura de inundación del río Guadalete, el problema se seguirá
reproduciendo de forma recurrente.
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