Arcos de la Frontera
En el año 2008 mi compadre de
Puerto Serrano perdió su matrimonio. Él le había comprado un ordenador a su
mujer y ella se pasaba las noches chateando en una red social, así conoció a un
chico extranjero mucho más guapo y atractivo que su marido que le hablaba con
dulzura de las cosas que más le agradaban y allá que se aventuró a conocerlo
abandonando a sus hijos, su marido y su hogar…, se fue al Caribe a Cuba, donde
vivía éste energúmeno, mientras su esposo lloraba. Unos días después volvió
desengañada, el chico que aparecía en la foto no era tal y lo que le decía en
el ordenador resultó ser también falso. Y así fue como esta familia se fue a
pique, eso sí, él se ha marchado de casa y ella ahora convive con una mujer del
mismo sexo.
Años antes en Villamartín conocí
a un señor algo más joven que yo, que decía haber sido caballero legionario en
la Guerra de Bosnia y me decía:
“-
José María, allí sí que están necesitadas las mujeres, te las follas por una
pastilla de jabón…, las que tú quieras…, las más guapas.”
Él
me aseguraba que él nada, eso lo sabía por sus compañeros porque conociéndome
creía que perdería mi amistad, aunque una vez lo pillé comprando jabón… Después
de un tiempo se fue para Marbella y coincidí con él en mi época de paparazzi.
Aquello que me contó de la Guerra de los Balcanes me parecía una vergüenza, que
la humanidad llegase a esa miseria, menos mal que eso en España nunca pasaría,
porque es que allí estaban en guerra ¿Nunca?
El
escándalo del bareto de Mallorca donde se practicaban felaciones a cambio de
cubatas ha reabierto en España la caja de Pandora y aunque las autoridades lo
han cerrado no han tocado el fondo porque Mallorca desde hace mucho tiempo es
un destino sexual, la Sodoma actual.
Desde
hace unos meses por las esquinas de Arcos se cuenta que hay muchas de nuestras mujeres
prostituyéndose por menos de 20 €uros y que una felación la practican por sólo
3. Me acordé de mi amigo, el legía en Bosnia, esto en España nunca pasaría y también me acordé de este matrimonio desventurado. Así
que decidí hacer un experimento, nos hemos metido en una red
social de ligoteo por internet, hemos puesto una foto de un modelo guapetón y
nos hemos inventado un nombre pegadizo a ver lo que pasaba. En menos de media
hora ya teníamos encandiladas a más de treinta mujeres de la zona, hemos
descartado a las que conocíamos y hemos citado a unas cuantas en un conocido
pub de Jerez en la avenida de Lola Flores.
Curiosamente
las tres chicas con las que había quedado aparecieron, casi a la misma hora, me
daban pena, quería decirles la verdad, ya había comprobado lo fácil que había sido engañarlas, no quería hacerles daño y me acerqué con
mucha cautela para desengañarlas, a pesar de haberme presentado y decirles que
eran parte de un experimento tardaron en reaccionar, seguían esperando al
personaje inventado a un tal Sergio. El tiempo corría y Rosa una rubia mujer
madura de unos cuarenta y cinco años aproximados se enfadó, empezando a pedirme
explicaciones:
“-¿Por
qué? ¿Por qué no ha venido Sergio?
“- ¿Habéis visto cómo os he
ilusionado? Perdonarme voy a quitarme la careta, el personaje es ficción, pero
tened en cuenta esto y ahora pensad…, si yo puedo hacerlo ¿Quién no puede? No
he venido para ligar, pues he utilizado malas artes que aunque me avergüenzan,
lo que más me avergüenza es que hayáis venido…”
Vanesa
la más joven de unos 23 años recién cumplidos, enrojecida como un tomate empezó
a insultarme:
“-
¡Que cabrón…! ¡¿Qué te crees que eres mi padre?!”
“- No te voy a quitar la razón,
para hacer esto quizás haya que valer para cabrón, pero quizás esta experiencia
te sirva de algo en un futuro.”
Y
Paqui, de 30 años me pegó un empujón saliendo del local, salí le pedí disculpas
y reagrupé al trío invitándolas a unas copas, nos hicimos amigos y al final
nada es lo que parece, ninguna de ellas estaba realmente soltera, también me
habían estado engañando, si les hubiera ofrecido 20 €uros o menos a cambio de
sexo también lo hubieran cogido, bueno no que Paqui tiene su dignidad y aunque
por su hija hace de todo hay cosas por las que no pasa, ella está buscando una
relación seria para rehacer su vida, aunque me confesó que le gusto más que el
de la foto, pero como era tan sólo un experimento me pegó un manotazo en la
entrepierna, me guiñó un ojo, me dio un beso de película y desapareció. Volví con las otras amigas y a Rosa le sonó el teléfono, era su marido, así que me dejó un buen rato con Vanesa que siendo la más joven es la más rara y hay que tener mucho cuidado, por poco no me roba la cartera y con sólo un cubata se puso como una moto. Al poco descubrí que había tres mujeres más observándonos y que habían venido con Vanesa, un lío, el resto me lo guardo para otra ocasión.
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