viernes, 27 de enero de 2012

El destierro de los que pensamos diferente


José María Pérez Gómez
Puerto Serrano


    Después de divagar por varios medios de poca solvencia me propusieron trabajar para un ayuntamiento, Puerto Serrano en el que llevo ya seis años, mi curriculum era “impecable,” al gusto de lo que en esos momentos se necesitaba, ni siquiera la oposición de entonces votó en contra de mi contrato en aquel pleno, por lo visto todos confiaban en mi. Estaba muy ilusionado pues había dejado una senda en la que a veces no era seguro el cobro y otras arriesgaba mi vida correteado por guardaespaldas de famosas en Marbella, asenté cabeza y estabilicé mi vida, todo iba normal más o menos, pero no tenía descanso, pues era el único técnico que habían contratado, tenía que grabar los plenos, los actos que hubiera por la tarde, fiestas y demás, aparte de realizar nuestra programación diaria, una rutina.
    Llegó un nuevo concejal sin ninguna formación y con muchas ganas de trepar. Como este señor no sabía donde estaba de pie, empezó a cometer atrocidades dándome ordenes de que pusiera películas y otros programas robados a lo que me negué. Me llevaron ante el alcalde y tensaron mucho la cuerda y comprendí que estaba casi con un pie en la calle si no lo hacía, por lo que les pedí que me firmaran las ordenes de programación, el alcalde en principio dijo que no pasaba nada, que el asumía toda la responsabilidad... Al volver a nuestros departamentos volví a pedir que me firmaran esas ordenes, cosa que al final conseguí y expuse el asunto a algunas autoridades cercanas, pero por lo pronto tuve que emitir la programación que me exigían mis jefes.

    Cuando pedí mi mes de vacaciones me montaron un pollo porque ellos no estaban preparados para asumir el trabajo, pero como me pertenecían me las tuvieron que dar y a mi regreso me encontré con que mi contrato había expirado. ¿ O no? Resulta que en este tiempo transcurrido y por defecto de forma, tras la suma de varias renovaciones del contrato, me había convertido en indefinido, de todas formas me despidieron y el ahora concejal de Medios de Comunicación, Fiestas y Seguridad Ciudadana: Francisco Javier Galvín decide quedarse con mi puesto, cogiendo el la cámara y montando de aquella manera, haciendo y deshaciendo a su antojo.

    Tras dos años de pleito los tribunales me dan la razón, el despido fue improcedente, me readmiten y me deben el salario de tramitación de estos dos años (al día de hoy sin pagar, los intereses corren a mi favor a un cinco por ciento). El concejal declaró en un pleno en el que me personé y pregunté ¿Por qué? en ruegos y preguntas enseñando la sentencia en una mano, que:

    • Lo hice porque como ya “ sabía...”, pues por ahorrarle un sueldo al ayuntamiento.

    Desde que me reincorporé me encontré un panorama desolador, la cámara estaba rota, los ordenadores infectados de virus, la emisora de radio averiada, el edificio en ruinas y se llovía... Durante este transcurso entra la era digital y la televisión se queda sin licencia, me tienen un año sin encomendarme tareas y desterrado en un edificio en ruinas.

    Llegan las elecciones y para que los ciudadanos vean que no tiran el dinero en mi sueldo, me destinan a personal, donde ayudo a mis compañeras a organizar expedientes del ayuntamiento. Al terminar el vendaval de las elecciones que vuelven a ganar con una diferencia de un puñado de votos..., ya no me necesitaban y se inventaron un lugar propio para mi:

    El Museo del Carnaval, que en realidad es una recopilación de fotos de aficionados y algunos trajes usados que ya nadie quiere. Pero la gente, el Pueblo, me sigue apreciando, saludando... es una vergüenza..., por lo que el alcalde, en un ataque de ira da la orden de que se me quite la única silla y la única mesa, aparte que ya me quitaron los mandos del aire acondicionado. En el decreto que me hicieron para cambiarme de lugar se me cambian las condiciones del contrato, se ajustan al contrato que tuve que firmar en el 2006 para poder trabajar, no respetando la ley de derechos adquiridos o contrato verbal, pues como sabéis en montar un programa se echan más de tres horas, por lo que siempre realicé una jornada completa y a veces extralimitada, como os decía me cambian sustancialmente las horas y me cambian a media jornada que además me la dividen entre mañana y tarde: de 10:00 AM a 12:00 PM y de 19:00 a 20:30

    Llevo desde principios de noviembre sin luz y a las 19:00 es de noche, con un frío a veces de menos de 6º C en la calle.

    De esto me estoy volviendo a defender en los tribunales, pues me están causando un daño, el día 9 fue la vista:

    El alcalde no se presentó, sí su abogado. El juez leyó los titulares y preguntó si había alguna forma de solucionar el tema:

    Abogado Ayuntamiento: - Yo traigo ordenes de que no.

    Mi abogado argumentó las represalias que me estaban haciendo por haber ganado ya dos pleitos y pidió aparte de mi reincorporación al trabajo de forma digna, en el horario de 8:00 a 14:30, una cuantía de 3.000 €uros por daños y perjuicios morales. A lo que el juez preguntó que si nos ratificábamos, y mi abogado lo ratificó.

    Juez: - Pues en tal caso voy a suspender porque requiero para ello la presencia del ministerio fiscal, tiene usted cuatro días para ampliarme la denuncia aclarándome los datos que ha expuesto.

    Y así fue, por tanto estoy a la espera de juicio.

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