viernes, 14 de junio de 2013

El Cuerpo es un traje que a veces me pongo para vestir mi Alma


José María Pérez Gómez - Arcos de la Frontera
Cuentos del Alma

Para mí que la Tierra es un planeta que al girar sobre si misma hace fricción en las partículas de aire que la circundan, estando su atmosfera cargada eléctricamente en la Ionosfera principalmente, al menos eso es lo que deduje y aprendí de mis años de estudiante. Esto hace posible la telecomunicación en forma de ondas hertzianas que podemos modular y oír en los aparatos de radio, pero cuando acercamos el receptor a un campo magnético producido por un motor, a veces por una simple moto, se pueden producir interferencias.

El cuerpo tiene un corazón que bombea sangre como un motor, normal que también posee un campo magnético y su frecuencia.

Cuando estoy delante de una persona se perfectamente sin hablar si hay sintonía o no, la persona puede caerme antipática sin haber dicho ni mú…, aunque lo tengamos difícil, podemos cambiar la frecuencia: ¿Quién no ha salido alguna vez con una chica que en principio caía antipática? También podemos disimular, pero esto se llama hipocresía, no es agradable, pero a pesar de ello prefiero saludar a todo el mundo, a los que se creen mis enemigos inclusive, a veces especialmente.

Mi pensamiento es como una emisora de radio que creía que solo yo podía sintonizar, hasta hace poco, que me di cuenta que podía sintonizar con el deseo algunas mentes que me circundan, no lo hago queriendo porque cuando estoy consciente me distraigo y no me concentro, me ha ocurrido en estado de trance y también de somnolencia. En 2008 sufrí una muerte en mi propio cuerpo y noté como mi frecuencia se despegaba y flotaba, el cuerpo se hundía, dudaban si aún vivía y la angustia me embargaba. Sin cuerpo, mi frecuencia se paseo por la habitación y noté el calor de otras, sabía que detrás de aquella puerta estaba la que me interesaba, una prolongación de mi, la mujer que amaba, sus pensamientos me mantenían con esperanza porque ella estaba rezando, en un descuido se abrió la puerta y vio mi cuerpo y a los médicos que intentaban salvarme…, la pobre no sabía que mi ser estaba más cerca de lo que creía, que sentía hasta lo que pensaba y de pronto volví a nacer, noté como el corazón volvía a latir y la sangre corría por mi brazo derecho, como entré de nuevo en mi cuerpo. Un milagro, se me había reventado el vaso y tres litros de sangre estaban desparramados por dentro de mi…

Cinco años después sigo vivo, ahora con otras metas, ya no me asusta tanto la muerte, lo que me preocupa es el dolor y tener solvencia para tirar para adelante. Aquel amor se disolvió como azúcar en una taza de café… y sintonizo otras frecuencias.

Los hinduistas creen en una sintonía universal a la que llaman paramatma: El Alma Suprema que está por todas partes, Dios, para ellos Krsna; Los cristianos pueden sintonizar todavía la frecuencia de Jesús en el sacramento de la Comunión, el buen devoto ha de saber que al comer el pan mojado en vino recordando las palabras del Señor, está sintonizando su frecuencia y cerrando los ojos puede sentir experiencias que solo se ven en esa emisora mental como una realidad absoluta.

He estado en campos de batalla de los que conocía parte de los hechos y he tratado de ver lo ocurrido a través de la emisora de mi pensamiento, a veces la imaginación puede superar a la verdad porque para mí es como si hubiera vivido estas batallas, como si fueran de ayer, pongo caras a los personajes y mi mente navega como un barco perdido en medio del inmenso océano…

A veces también conecto con el mundo animal, desde chico ya decía mi Padre que poseía paciencia y que tenía un don especial con ellos, me crié entre palomas y llegué a comprender su lenguaje, movimientos... Con mis perros me ha pasado lo mismo y parecen una simbiosis, nos comprendemos mutuamente. “Benito” que así se llama ahora mi amigo, un perro bodeguero, coge las cosas al vuelo y se comporta como si hubiese estado aquí antes, no tengo que enseñarle nada, el pone interés y aprende, solo le falta hablar, parece una reencarnación, le respeto y le trato como a un hermano, no quiero ser su dueño, me siento como su tutor…, le debo tanto que me ha puesto en forma con los paseos, me ha cambiado la vida, pues estaba algo deprimido, hemos incluso llegado a ligar juntos, él con una perra y yo con la dueña, otras veces las mujeres se acercan a saludarlo y hace que se rompa el hielo, una pasada…

Una vez tuve un sueño y se lo expuse a la chica con la que salía, aunque me daba corte contárselo: En mi supuesta imaginación, soñé que me había metido en su cuerpo y durante el periodo que duró esto pensaba lo que ella, veía lo que ella y para colmo me tocaba como ella… Puso cara de extrañeza, al principio sonreía, hasta que le conté como se masturbó, en quien pensaba cuando lo hizo y donde guardaba ciertas cosas, su cara iba cambiando, creo que sentía miedo, pánico, decidí poner fin a mi monologo pero ella seguía insistiendo y tuvimos una discusión algo sub-realista. Me sentí como si la hubiese expiado, como si hubiera puesto cámaras en su cuarto o algo parecido, eso sí, mi mente graba en la oscuridad y dentro de las sábanas, je, je…, desde entonces me guardo mucho de decir mis pensamientos y si los digo trato de que parezcan que bromeo.

También recuerdo una de mis pesadillas cuando apenas tendría unos cinco años, en ella veía nuestra casa llena de gente, vestidos con trajes enlutados y propios de otra época, con sombreros los hombres, las mujeres con pañuelos negros y de largo, me daban miedo porque sin haberlo visto nunca fue el primer velatorio en el que estuve y llorando me refugié algunas veces en la cama de mis padres porque esta pesadilla se me repitió varias veces, no sé de quien pudiera ser aquel velorio, pero me angustiaba como si fuese el mío y mis padres no veían nada, me animaban a que durmiera. Ahora me arrepiento de no haber tenido el valor de haber mirado el ataúd que estaba en la primera sala a mano izquierda según venimos entrando de la calle pasando el zaguán. La reencarnación es una posibilidad que nos brindan religiones como la hinduista y aunque la cristiana no la reconozca de la misma manera, también los que hemos sido educados en la cultura de Jesús sentimos cierta curiosidad, duda o inclinación: ahora los cristianos también se incineran, cada día más, a la gente ya no les importa de igual manera conservar el cuerpo, somos inquilinos de él mientras vivimos, pero después es un cacharro viejo y usado ¿Por qué reutilizarlo…? Desde luego si pudiera elegir querría uno nuevo… y hay quien opina que podemos elegir familia. Mi hermano Jacinto cuando no sabía hablar me decía Ia y era a la única persona que se lo admitía, me sonaba a familiar porque me llamo José María y como un diminutivo cariñoso a mi me sonaba, pero después he podido comprobar que Ia es un nombre indio. Cuando somos niños todo parece tan simple, tan natural que puede resultar una curiosa coincidencia y si nos paramos a pensar parece una paranoia, una locura que nunca comentamos con nadie por miedo al sentido del ridículo, pero que está ahí…

He pasado de los cuarenta y mi vida se complica, se me atasca de vez en cuando la comida en el esófago y los médicos todavía no han dado con lo que tengo, cada día lo vivo como si fuese el último y hasta duermo poco para disfrutar lo que me queda. Ahora soy un lobo solitario y a pesar de ello me siento feliz, porque nada me ata a este mundo y a veces he desafiado a la muerte para no aburrirme y reírme un poco, sabedor que tarde o temprano esta acabará venciéndome.

 - ¡Ven por mí!

Le he gritado muchas veces, mientras pensaba: ( - Si te atreves…)

Y ha venido, me ha pegado un buen susto como diciéndome:

-          No seas ingenuo y bésame tonto…

Cuando creía que mejor estaba, he tenido un bajonazo de salud delante de todos, quedando en evidencia que no soy tan fuerte como aparento, me rindo y entonces me deja en paz, no me da siquiera un beso de despedida, me pongo bien de la misma manera en que empeoré, ni la muerte me quiere como yo a ella… y mira que le digo piropos:

- ¡Guapa…! Ya te cogeré el culo cuando pueda.

Pero hasta la parca se me escapa y es que con las mujeres soy un desastre, espero seguir siéndolo porque por culpa de ellas los hombres perdemos la razón. Si la de la guadaña me teme será por algo y es que con ella puedo ser terriblemente empalagoso, más que un legionario jarto coñac…

2 comentarios:

  1. jajaja José maría que imaginación tienes.. la verdad que admiro tu capacidad para hacer una evaluación de tus experiencias en la vida. para mi seria difícil hacer un contexto de mi persona..

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  2. Para mi es un ejercicio que debemos hacer de vez en cuando

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