Arcos de la Frontera
Satán que maneja bien los
números y sabe de cuentas en “b” un montón, no está preso, aunque lo parezca,
que está en su casa, en el mismo infierno, desde donde juega y organiza la
partida a su antojo…, desde donde no se tiene nada o casi nada que perder y
encima está dando lecciones de “honorabilidad”, con sus mejores peones, los que
dan ideas, los que están en la trena. Hasta allí un abogado dicharachero ha
llegado ¿Qué regalo tan bueno, cómo le habrá venido, si no le quedan amigos?
En un país que parece de
pandereta, con gentes ingenuas y pobres de mentes en el poder, atesorando
dinero y más dinero, sin pensar cómo ni de quién lo consiguen, son personas dóciles,
fáciles de manipular y de comprar, porque piensan que este es el verdadero
poder, se sirven de la política para conseguir sus objetivos, que para ellos lo
de servir al ciudadano es perder tiempo y billetes… Si el dinero está “blanqueao”
o no ¿Quién va a notarlo…?
El juego está cambiando, el
“poder” está contra las cuerdas y de lo que no debería haber pruebas, resulta
que el diablo guardaba los recibos y su propia contabilidad. Un ingenuo que
tiene entre sus filas durante más de veinte años al mismísimo Satanás que le
engaña y le compra el alma sólo por dinero. Cuando se da cuenta quiere
traicionarlo, tendiéndole una trampa y abandonándolo en un presidio. Desde
luego hay que ser incauto, porque con el demonio no se juega ¿A qué precio
vendió su alma, si es que lo sabe? O ¿No lo sabe…?
Ahora desde el infierno se
burlan de él, porque hasta los demonios tienen orgullo, amenazan con tirar de
la manta y dejarlo en pelotas delante de sus enemigos…, enemigos que ya se han
enterado de algo a través de los medios de comunicación, siempre la prensa ¡Ay,
maldita prensa! Y afinan sus lenguas, sus bocas, sus dientes, exigiendo
explicaciones, dimisión, cárcel…
Quejabase de que los medios de
comunicación no hablan de las cosas verdaderamente importantes, de lo que en
realidad le importa a él: no hablar del tema porque esto crea una mala imagen y
falta de confianza en el exterior, donde sus amigos han depositado su confianza
y sus cuentas. Por ello convoca a la prensa y da sus explicaciones, eso sí, a
través de una pantalla donde no caben las preguntas impertinentes y desde este
púlpito lanza exabruptos a la ciudadanía:
“- Mañana nuevos recortes y
subidas de impuestos porque tenemos que cumplir con nuestros compromisos.”
Y esto está provocando el caos,
donde muchas familias ya no tienen para comer, por lo que aumentan las
discusiones familiares, roturas de parejas y suicidios.
Existe un juicio paralelo en los
medios, sí y gracias a ellos se investigan, se destapan estos desmanes,
creando opinión y se derrumban malos gerifaltes. El mismo juez que lleva el
caso parece ser que de todo se entera por la prensa, de ahí obtiene su materia.
Lo de citar a un periodista durante dos horas como testigo estará bien, pero
querer enterarse de las fuentes es un disparate que atenta contra las leyes
internacionales de prensa: los jueces tienen que respetar las fuentes y lo que
es más, deberían de proteger a los periodistas de cualquier tipo de presión
vengan de donde vengan, porque es un trabajo digno.
En un país poderoso un
presidente por un simple lío de faldas dimitió y eso que esto no tenía por qué
afectar a su forma de gobernar. España… ¡España es diferente! Aquí no dimite
nadie.
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