domingo, 3 de agosto de 2014

Satán llegó a la ciudad del Círculo Mágico

José María Pérez Gómez
Ciudad del Círculo Mágico

Un órgano, un coro y unas campanas sonaban de tal manera que los ángeles abrían unas puertas para que Él que siempre ha existido sonriese, este sonido era tan grande que desde lejos provocó la ira del maligno

      Satán envío  a un demonio que llegó a la ciudad del Círculo Mágico para acallar estos soniquetes, apoderarse de un rico tesoro y cerrar las puertas del cielo, abriendo las del infierno.

      Este demonio en su primer acto prohibió el culto a un santón muy recordado y querido, luego profanó su templo, lo cerró por un tiempo para hacer sus ritos y sembró discordia. La extremaunción y otros sacramentos de la iglesia, negó a los de la Verdadera Fe, que hasta los difuntos que a él no le rindiesen culto no recibirían el último homenaje en el Templo Mayor de la Ciudad del Círculo.

      Lo que no se puede ver no existe o al menos eso dicen… Los tesoros que gentilmente para los altares de ese templo donaron los feligreses ya no están a la vista ¿Falta algo? Están expresamente prohibidas las visitas. Lo que no se entiende es el miedo…, miedo a qué, por qué estos silencios.

      La codicia es grande y a veces ciega, con estos elementos se puede engañar a los necios y a los avaros, a los que Satán compra y promete que tendrán pastel en su cielo si hacen lo que “verdaderamente” les conviene… Las personas que estorban son excomulgadas, y los papeles que no interesan quemados en una hoguera, que sin pruebas no hay pecado, porque para acusar a Satán hay que estar un poco loco o parecerlo, pues ni él mismo es lo que parece cuando se disfraza de clérigo.

      La oscuridad tapa al Sol y llega la noche en pleno día, los mercaderes han vuelto al templo y Satán se regocija con ello en su reino de mentiras y especulación. Los ángeles ya no tocan, les han robado las partituras y los instrumentos para hacer música celestial suenan cascados. La feligresía se ha quedado sorda y no reacciona, por los horizontes ya se ven las llamas del infierno, si nadie lo remedia, nadie dará la alarma y... ¿Con qué, con qué instrumentos...? Ya suenan las trompetas, las trompetas del averno. 

TRRROOOOOOM, TRRROOOOM, TROOOOMM..., TROM, TROMMMMMM...

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