lunes, 30 de junio de 2014

Tenemos las llaves del Cielo

Desde aquí, estas campanas abren las Puertas del Cielo
José María Pérez Gómez
Arcos de la Frontera

Las campanas de San Pedro llaman a las Puertas del Cielo

Domingo Oliveras es el maestro de campanas de
 los dos campanarios más importantes de la provincia
      Sentado en un trono dorado, el Obispo de Roma pasea por las calles arcenses y Domingo Oliveras con su cuadrilla de Campaneros hace sonar las campanas: La Pastora, la campana de volteo más grande de España inicia el repique, seguida del clamor de San Pedro, con un sonido atronador y el universo se viene abajo desde la Parroquia del Apóstol, Él que tiene las llaves del Cielo.

Pom, pommm, pomm, tolooom, tolooommm...


San Pedro entrando en su Templo
    El repique ha comenzado y los cernícalos salen junto a las palomas a acompañar con sus vuelos el cortejo. Poca gente para un día tan señalado y de tanto calor, algunos se extrañan porque la procesión ha salido por la mañana, les ha cogido de sorpresa porque en los años anteriores, desde que se restauró la procesión, está siempre ha tenido lugar por la tarde. El calor va en crecendo y los abanicos no son suficientes para sofocarlo porque Santán, siempre cabreado sin razón, está avivando el fuego, quiere derretirle las llaves a San Pedro..., que sólo el vuelo de las palomas batiendo el aire consigue refrescar un poco el ambiente.

      Antiguamente el Santo se paseaba por el barrio más rico de la ciudad, ahora en decadencia, no hay trabajo para los nuevos inquilinos que aunque humildes siempre han trabajado, la mayoría en la teja. Eso era antes, ya no queda nada, tanto que algunas de sus casas han hecho al Apóstol llorar, nadie se acuerda de este barrio, todo el dinero va para otros con menos solera y se construyen pistas deportivas e instalaciones modernas, pero aquí la gente huye y los hogares se quedan vacíos quedando sólo los más desfavorecidos, esos que necesitan la ayuda de San Pedro, para ellos suenan estas campanas y para ellos son las Llaves del Cielo, las que por el momento Satán todavía no ha podido derretir.

      Hoy los pedristas y marianistas ya no pelean y tocan juntos las campanas, nos tomamos a broma aquellas disputas lejanas y ya sea que estemos en San Pedro o en Santa María nos encanta hacer tronar con fuerza estas campanas, más fuerte y que la vibración llegue como un diapasón de alta frecuencia a retumbar en el cielo, que los ángeles se acuerden de nosotros y nos echen pétalos de gloria, iluminando nuestros corazones. Tenemos las llaves, las llaves de San Pedro, las que abren las Puertas del Cielo...

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