Luciano Lozano
Arcos de la Frontera
Como ya sabíamos, los que nunca nos hemos fiado del PP (y de otros partidos) y no nos dejamos engañar con falsas promesas electores, la Escuela Pública va a sufrir un retroceso de años al verse mermadas las condiciones que afectan al aprendizaje escolar y al profesorado. El alumnado va a recibir sus clases en aulas masificadas y con menos profesorado.
Aumentará en un 20%, o más (si tenemos en cuentas las excepciones de la LOE), el número de alumnos en las aulas, (de 27 a 30 en Primaria y de 33 a 36 en Secundaria), se incrementarán las horas lectivas del profesorado de todo el Estado a 25 en Primaria y 20 en Secundaria, no se cubrirán las bajas del profesorado de menos de 10 días, se bajará el sueldo al profesorado a través de la reducción de complementos, se reduce la oferta de especialidades en bachillerato, se aplaza la entrada en vigor de algunos ciclos formativos, con lo que las personas que están en desempleo no podrán acceder fácilmente a un ciclo formativo y lo que dicen algunos políticos de aprovechar el desempleo para formarse se convierte en una gran mentira, que va en total contradicción con lo que se va a hacer en educación, disminuir ciclos formativos.
El recorte de varios miles de millones de euros, que debe ejercer cada comunidad autónoma para lograr su objetivo, va en contra de una educación de calidad, impedirá la lucha contra el fracaso y abandono escolar, el trabajo serio con el alumnado con dificultades de aprendizaje, con desventaja sociocultural, con discapacidad o altas capacidades y supondrá el despido de cerca de un 15% del profesorado andaluz. Este despido será ocasionado por la suma de varios factores: aumento de la ratio, supresión de programas de apoyo, falta de contratación para sustituciones, supresión de aula.
Podemos suponer, aunque hay que comprobarlo, que los recortes serán muchos más: eliminación del profesorado de apoyo en Educación Infantil, supresión de algunos programas de convivencia y atención a la diversidad, cierre de los centros rurales con pocos alumnos, aumento de las tasas por estudios universitarios…
Hay que aclarar, para los detractores de maestros y profesores, que son bastantes (por eso de la “envidia o caridad”), que además del trabajo lectivo con el alumnado en el aula, maestros y profesores dedican al menos 37 horas y media semanales a su centro escolar. Mantienen reuniones de equipo, de coordinación o con las familias, tutorías, realización del plan de trabajo, seguimientos, reuniones con los orientadores, excursiones y viajes agotadores, evaluaciones, claustros, consejos escolares, realización de la memoria final, sustituciones por ausencias por enfermedad, control del absentismo escolar, educación vial, educación para la Paz, reuniones con los Servicios Sociales, con la Inspección, con otros centros, con el CEP, con el SAS, organización de fiestas de todo tipo, preparación de clases o controles, corrección de exámenes, etc., etc., etc., tareas que en su mayoría van dirigidas a la mejora de los resultados escolares y que se verán deterioradas con el incremento de horas lectivas.
El Gobierno del PP, por tanto, aplica nuevos recortes en educación, lo cuales supondrán un retroceso sin precedentes en las condiciones en las que el alumnado recibe sus clases. El Ministro de Educación, haciendo gala de una ignorancia supina o de una cara dura de consideración, dice que “no supondrán perjuicios sustanciales para la educación” o que “incrementar el número de alumnos por clase será beneficioso para la socialización del alumnado”. Su objetivo final, aunque se haga poco a poco, es acabar con la enseñanza pública tal y cómo la conocemos hoy día. Lo mismo ocurrirá con la sanidad pública, universal y gratuita, si les dejamos en el gobierno de España.
¿Y cuando vendrán las medidas para crear empleo? Hasta ahora, todas son para destruirlo y para “machacar” a los de siempre: desempleados, trabajadores y pensionistas.
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