domingo, 7 de julio de 2013

El Club deportivo El Parón organizó por tercer año consecutivo el III Concurso Social de Doma Vaquera

Ejercicio de doma vaquera
José María Pérez Gómez
Arcos de la Frontera


El acto tuvo lugar en el recinto ferial y contó con la participación de muchos empresarios que han colaborado en el anonimato, además de la colaboración del Excmo. Ayuntamiento.

      
          Vinieron jinetes de Ronda, Villamartín, Paterna… y también de aquí de Arcos, donde hay una gran afición, no de ahora sino de mucho tiempo, lo he dicho muchas veces he incluso lo publiqué en un artículo: Arcenses que se merecen al menos una placa en su casasen el que explicaba como don Antonio de la Zarza Real García de Veas, militar de carrera y paisano nuestro, reclutó a los caballeros garrochistas de toda la comarca, que fueron los que desbarataron el ejército napoleónico en la Batalla de Bailén, dando la sorpresa e incluso a nuestro general Castaños que fue el que se llevó la gloria, quedando relegado al olvido la hazaña de nuestro paisano. ¿Cuál hubiera sido el destino de España sin la intervención de estos jinetes a la doma vaquera?

               
               El pasado sábado los caballos se iban presentando y tomaban impulso para realizar sus ejercicios, cada uno con su propio ritmo y personalidad, de un extremo a otro del picadero. Los jueces muy pendientes y atentos, con ojos que parecían búhos, descalificaron en la segunda vuelta a un jinete porque a pesar de haber realizado un ejercicio aparentemente impecable, no pasó desapercibido para éstos que el caballo había sido herido y le aplicaron el severo reglamento.

                Círculos, serpentinas, transacciones… en la arena de un hipódromo portátil los équidos iban dibujando y el jurado iba puntuando, los aficionados también clavaban sus pupilas en el espectáculo, sintiéndose más jueces que los mismos jueces, a mis espaldas tenía a uno que parecía Matías Prats, no se le iba ni una...
              Una clínica equina trasladó hasta la zona una ambulancia para caballos, así, si los caballos recibían un calentón lo tenían fácil y claro, estábamos junto al parque de bomberos y para las personas nos instalaron una barra en la que podíamos refrescar los gaznates del calor veraniego, que a pesar de que hubo viento que refrigeraba el aire, el intenso calor del día hizo que la noche fuera templada, dejándonos imágenes como estas.
Zeluy Ortega se encargó de la barra
 

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